Hunter Biden, hijo del presidente Joe Biden, ha sido declarado culpable por un jurado en Delaware de tres delitos federales relacionados con la compra y posesión ilegal de un arma de fuego. El veredicto se dictó tras un proceso judicial en Wilmington, donde testificaron su exesposa Kathleen Buhle, su cuñada Hallie Biden y su hija Naomi Biden. Hunter fue hallado culpable de mentir sobre su adicción a las drogas en dos declaraciones y de poseer ilegalmente un revólver, delitos que podrían acarrear una pena máxima de 25 años de prisión y multas de hasta 750.000 dólares por cada cargo.
El caso comenzó hace más de una semana y ha captado la atención nacional, en parte debido a la prominencia de la familia Biden. A pesar de los cargos, expertos legales sugieren que, al ser su primera ofensa y no tener antecedentes penales, es improbable que Hunter reciba una sentencia de prisión. Su abogado defensor, Abbe Lowell, argumentó que no había pruebas directas de que Hunter estuviera consumiendo drogas en el momento de la compra del arma. La primera dama, Jill Biden, asistió a varias audiencias clave junto a otros miembros de la familia.
Los cargos contra Hunter Biden se derivan de una investigación iniciada en 2018 durante la administración de Donald Trump. Este caso ha sido utilizado por Trump para atacar a su oponente político, Joe Biden. Hunter también enfrenta otro juicio en California, donde se le acusa de evasión de impuestos por un monto de 1,4 millones de dólares.