Berlín (El Salvador), 13 nov (EFE).- Un grupo de inversionistas en criptomonedas europeos visitó este sábado una planta de energía geotérmica para conocer el proyecto del Gobierno de El Salvador de minado de bitcóin y evaluar "posibilidades de inversión".
Los visitantes fueron acompañados por el presidente de la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL), Daniel Álvarez, y la embajadora de El Salvador en Alemania, Florencia Vilanova.
La diplomática señaló que son 41 miembros de la "comunidad bitcóin en Europa" provenientes de Alemania, Suiza y Austria, quienes llegaron hasta la planta de energía geotérmica ubicada en la localidad de Berlín, del oriental departamento de Usulután.
"Querían conocer de primera mano todo el trabajo que se está realizando aquí, en El Salvador; conocer la generación de energía geotérmica para la minería de bitcóin, ver posibilidades de inversión en el país", indicó a periodistas.
Añadió que en los próximos días se reunirán con representantes de Cancillería, bancos y el Ministerio de Turismo, entre otras entidades.
Por su parte, Álvarez dijo que se debe impulsar la generación de "energía limpia" porque "vemos hacia el futuro, que son las criptomonedas" y "no tenemos que depender del petróleo, que fluctúa de precio, mientras que el Sol siempre va irradiar lo mismo".
A inicios de octubre, el presidente Nayib Bukele aseguró que su Gobierno realizó el primer minado de bitcóin con energía geotérmica, sin dar mayores detalles del costo que le representa al país.
El proceso de minado del bitcóin consiste en que los llamados mineros, mediante potentes equipos de computación, resuelven problemas matemáticos en la "blockchain" y quien lo hace más rápido recibe las nuevas criptomendas generadas.
Bukele no detalló el costo del equipo especializado adquirido para el minado, la cantidad de energía utilizada, el costo de las instalaciones o la cantidad de personas destinadas a esta actividad.
El Salvador cumplió, el pasado 7 de noviembre, dos meses desde que adoptó legalmente al bitcóin como moneda de intercambio, junto al dólar estadounidense.
Estos primeros 60 días se vieron marcados por las polémicas que el proyecto arrastró desde un inicio, la baja aceptación entre el comercio informal y las "ganancias" dejadas al Gobierno por una racha alcista en el precio del criptoactivo.
El Salvador fue el primer país del mundo en adoptar al bitcóin y, a pesar de los problemas financiaros que posee para cubrir su propio presupuesto anual, destinó más de 200 millones de dólares para su implementación.
El estatal Banco de Desarrollo de El Salvador (Bandesal), que maneja 150 millones del fondo bitcóin, se negó a revelar la información sobre las operaciones realizadas en bitcóin y amparó su decisión al secreto bancario.