Donald Trump, el primer expresidente de Estados Unidos en ser condenado culpable en un juicio penal, ha rechazado el veredicto en su contra emitido en Nueva York, calificándolo de "muy injusto" y politizado. Desde el inicio del juicio, Trump ha denunciado el proceso como una caza de brujas por parte de los demócratas para socavar su candidatura presidencial.
En un discurso en la Trump Tower de Manhattan, Trump arremetió contra el veredicto y acusó a sus oponentes de ser "enfermos" y "fascistas", mientras describía el tratamiento de los testigos de su lado como una crucifixión. Aunque el magnate parecía preparado para el resultado, expresó su consternación por el fallo, insinuando que incluso una figura tan venerada como Teresa de Calcuta habría sido declarada culpable en un juicio que él considera "amañado".
El proceso judicial, centrado en el ocultamiento de pagos a una estrella de cine para adultos, ha sido seguido de cerca, ya que podría tener un impacto significativo en la campaña presidencial de Trump. Ahora, el juez Juan Manuel Merchan, conocido por su experiencia en el sistema judicial estadounidense, determinará la pena que enfrentará Trump, quien podría enfrentarse a la prisión, aunque también se considerarán penas alternativas como el servicio comunitario o una multa. Sin embargo, Trump conserva el derecho de apelar el veredicto.
