Alejandra J. Love es una destacada Reina Drag, popularmente activa en los escenarios de las principales ciudades de Ohio y el suroeste de Pensilvania. Su travesía artística nació de su corazón.
Desde la niñez le llamó la atención la moda, y estudiando cuidadosamente las confecciones de costura que preparaba su madre, hacía vestidos a las muñecas de su hermana. Motivada por concursos de belleza, de adolescente se “vistió” por vez primera, jamás imaginando que esta curiosa inclinación le llevaría a desarrollar una carrera profesional.
Proveniente de Honduras, se asentó en la ciudad de Akron en 2006, y pronto incursionó en sus primeras presentaciones oficiales como Drag Queen.
En sus comienzos, lo hacía en modalidad aficionada de “escenario abierto”, un entorno que le permitía experimentar este arte y a su vez cultivar su presencia para darse a conocer.
“Siempre me ha gustado la moda, los vestidos y también bailar. Sin embargo, una vez fui a un bar –aquí en Akron– y vi a [la veterana reina drag] Danielle Vazquez haciendo un show. Estaba cautivada por la libertad que se sentía en el bar esa noche, y al ver lo que ella estaba haciendo, me inspiró tanto que pensé: yo quiero hacer esto, y lo puedo hacer profesionalmente. Pero al principio, no fue muy fácil”, confesó Alejandra J. Love en entrevista con La Mega Nota.
Según describió la artista, en esos tiempos el factor idioma constituía un obstáculo, su inglés era limitado. En adición, como principiante era difícil obtener fechas para actuaciones consecutivas, lo que le dificultaba establecer una visibilidad consistente en la escena.
“Sentía mucho las adversidades, pero luego –entre 2007 y 2008– competí para el concurso de ‘Miss Ohio Newcomer’. Cuando gané el certamen, la barra me puso en itinerario tres veces al mes. Viendo cómo ganar la corona me abrió puertas, decidí entrar a otros concursos; me encantaba la emoción de prepararme para los certámenes. Y resulta que Danielle era generalmente la anfitriona de estos. Es entonces que ella se convierte en mi ‘Drag Mom’”, recordó.
Así, la persona que ella admiraba y le inspiró, era ahora su mentora. Le regalaba telas para hacer sus trajes, piedras ornamentales para acentuar los vestuarios y le ayudó a cimentar lo que sería su futuro en este campo.
A medida que Alejandra J. Love continuaba inmersa en el mundo del espectáculo, comprendió lo que sería la clave de su éxito: llegarle a su público.
“Algo que disfruto mucho cuando hago mis shows, es la conexión que puedo crear con la audiencia. Si estoy haciendo un show quiero que las personas se conecten y sientan lo que yo estoy sintiendo, la adrenalina de estar en el escenario, que puedan sentir mis emociones. Es algo muy importante para mí”, destacó.
“Esta es una de las razones por las que hago mis propios mixes musicales. Me gusta empezar con algo suave para proyectar pasión al comienzo de mi acto. Y siempre al inicio llevo una capa, no puedo subir a escena sin ella, no quiero revelar mi traje al principio. Es parte de mi rutina, quiero generar expectativa para luego entregarme al público”.
“Algo que aprendí con el tiempo de estar aquí en Estados Unidos, es que no soy persona de hacer interpretaciones, no soy de imitaciones, lo que me gusta presentar en el escenario es a Alejandra J. Love; es mi marca, es quien soy”, concluye.
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*Oriunda de Honduras, Alejandra J. Love es una destacada Drag Queen, popularmente activa en escenarios de Akron, Cleveland, Columbus, Cincinnati y Pittsburgh. (Cortesía/Alejandra J. Love)
