El presidente Donald Trump propuso a Amy Coney Barrett como su favorita para cubrir la vacante en la Corte Suprema de Justicia. Esto ocurre tras el reciente fallecimiento de la magistrada Ruth Bader Ginsburg.
Trump calificó a Coney Barrett como una de las “mentes legales más brillantes y talentosas” del país. Barrett tiene 48 años y es de tendencia conservadora.
De ser finalmente elegida, sería la jueza más joven de la historia republicana de Estados Unidos en ostentar el cargo.
Barrett tiene características contrarias a las de Ruth Bader Ginsburg, quien era más bien de inclinación progresista.
La nominada del presidente es católica devota con siete hijos y rechaza el aborto.
Barrett estuvo entre los finalistas para la segunda nominación de Trump al tribunal, que finalmente obtuvo el juez Brett Kavanaugh.
Esta es la tercera nominación del presidente.
Por su parte, el gobernador de Ohio, Mike DeWine, declaró sobre la nominación de Barret:
“Aplaudo la selección del presidente de proponer a la jueza Amy Coney Barrett, quien es altamente calificada y respetada. Los escritos anteriores de la jueza Coney Barrett y sus opiniones judiciales muestran que ella interpretará la ley de manera justa e imparcial. Urjo al senado estadounidense a actuar rápidamente para confirmar su nominación”.