La ciudad de Pittsburgh recibió una asignación de $7 millones en fondos federales para la reparación y el reemplazo de las escaleras urbanas como parte de un proyecto de ley para la revitalización de la infraestructura nacional, aprobado por el Congreso el año pasado.
Por ubicarse en una región montañosa, la zona geográfica de Pittsburgh es accidentada y las aceras de muchos vecindarios están complementados con una serie de complejos y antiguos sistemas de escaleras –en su mayoría– deteriorados.
Esta cifra representa el mayor presupuesto históricamente conferido para el acondicionamiento de esta vía transeúnte.
Según publicó el Departamento de Movilidad e infraestructura en su portal de internet, reparar un solo set de escaleras podría costar entre $500,000 y $1.5 millones, por lo que la agencia será selectiva en priorizar las reparaciones basándose en varios factores que incluyen: cuánto uso se da a la escalera, su proximidad a las paradas de autobús y escuelas, además de calcular la distancia que le tomaría a alguien caminar un mismo viaje si las escaleras estuvieran cerradas.
A finales del pasado año, el alcalde Ed Gainey realizó una serie de reuniones comunitarias relacionadas a la mejora del tránsito peatonal en la ciudad, especialmente enfocado en personas con discapacidades tanto físicas como mentales. En estas se discutieron los retos de la administración municipal para el mantenimiento de las escaleras urbanas.
Por ejemplo, para el reemplazo de un puente, la ciudad obtiene un subsidio federal y solo tiene que pagar el 5% del costo total, pero reparar las escaleras recae completamente en el presupuesto local.
Previo a la pandemia, anualmente la ciudad de Pittsburgh destinaba menos de $1 millón para el mantenimiento de las escaleras urbanas. Sin embargo, en los últimos dos años, se designó alrededor de $4 millones de dólares en fondos de ayuda relacionados al COVID, con este mismo fin.