París, 21 oct (EFE).- Un viaje a un país indómito, un reto y un pueblo que rompen los estereotipos de Astérix y Obélix: el nuevo álbum de los irreductibles galos, "Astérix tras las huellas del Grifo", retoma los ingredientes habituales para volver con fuerza un año después de la muerte de su dibujante original, Albert Uderzo.
Su fallecimiento en marzo de 2020, tras el de René Goscinny en 1977, dejó totalmente en manos del dibujante Didier Conrad y del guionista Jean-Yves Ferri las riendas de un éxito de ventas al que estos últimos se sumaron en 2013 con "Astérix y los pictos".
En esta quinta entrega hecha con su puño y letra, el pequeño guerrero de rubio bigote y su orondo amigo, repartidor de menhires, viajan a la tierra de los sármatas, allá donde el día solo dura un instante, según la creencia de los romanos, para ayudarlos a proteger al Grifo, un animal mítico que estos tienen como tótem.
"Inventar un país permite otro tono, otro ambiente", cuenta a EFE Ferri, que en esa expedición hacia lo desconocido introduce cuestiones de actualidad como el complotismo, el feminismo o la protección del medio ambiente.
DEBUT EN 1959
Las aventuras de Astérix debutaron en 1959 en el primer número de la revista Pilote y su popularidad no ha decaído desde entonces. Este último álbum, el número 39, sale este jueves a la venta en 17 idiomas y una primera tirada mundial de cinco millones de ejemplares.
Como sus creadores originales, Ferri tampoco dice saber el motivo de su éxito: "Pero ellos volcaron muchas cosas universales en su interior. Y hay otra explicación, los traductores incluyen siempre particularidades de cada país". El maestro quesero Manchegov o el carpintero Kontrachapadov, de la edición española, son un ejemplo.
El guionista asume cada nuevo álbum "un poco como un desafío personal" y su trabajo a distancia con Conrad, que vive en Estados Unidos, parece olvidarse de la potente máquina comercial que rodea a este cómic hasta que llega el momento de la promoción.
"Contrariamente a lo que se cree, nunca recibo consignas particulares. Soy un antiguo lector de Ásterix y sé qué puedo hacer", señala, no sin admitir que para Uderzo y Goscinny el proceso era "más natural" porque eran "sus personajes".
En estos cinco álbumes el peso de la responsabilidad de ese legado ha dejado paso a un dominio de la historia y de sus características.
Y con ellos han evolucionado también los personajes. En "Astérix tras las huellas del Grifo", para sorpresa de sus protagonistas, las mujeres sármatas son guerreras nómadas y los hombres viven en la paz de la aldea.
"Hay cosas que les resultan un poco difíciles, que son un reto, pero humorístico, espero", añade el guionista, que en el comportamiento de los romanos, en su desconsideración hacia el hábitat ajeno, hace que la sociedad actual se mire en su propio espejo.
RODEADO DE POLÉMICA
Es, como todos los anteriores, un álbum que nace sin voluntad política, aunque le resulte imposible escapar de la polémica. En algunas escuelas de Canadá recientemente se han quemado libros, entre ellos de Astérix o Lucky Luke, como protesta por la forma estereotipada en que representan a los nativos de diversas regiones.
"Puedo entender que algunas representaciones choquen porque en el tebeo hay tradición de caricaturizar, pero hay que poner eso en contexto. Quemar libros no es lo mejor que se puede hacer para protestar contra la violencia, porque es algo violento en sí", sostiene Ferri.
Esta participación podría ser su última. "Cada vez me digo que no voy a poder continuar y cada vez estoy convencido de que voy a parar porque es difícil. Lo digo cada vez, pero es cierto que ésta a lo mejor es de verdad".
Sí tiene más claro que no quiere acabar un álbum inédito, recién descubierto y a medio hacer, "Astérix au cirque" (Astérix en el circo), que la hija de Goscinny, Anne, encontró en los archivos familiares.
"Sería algo muy específico, diferente de lo que hacemos, un trabajo de restauración. Nosotros no somos especialistas de Astérix. Somos autores que inventan nuevas historias. Y quién sabe, ¿a lo mejor Goscinny quiso tirarlo?".
Marta Garde