Un niño de 10 años fue apuñalado hasta la muerte en el condado de Westmoreland, lo que ha llevado a un joven de 13 años a ser acusado de homicidio doloso y asesinato en primer grado. James Campbell, de 13 años, está siendo procesado como adulto por el crimen, que ocurrió el jueves por la mañana en una casa en Donegal Lake Road.
La víctima, identificada como Hunter Meyers, murió poco antes de cumplir 11 años. La policía recibió una llamada al 911 alrededor de las 6 a.m. tras encontrar a Hunter con un cuchillo a su lado. Al llegar, los investigadores notaron que Campbell presentaba manchas de sangre en los pantalones y los pies. Según la denuncia, Campbell confesó haber apuñalado a la víctima en la cabeza en varias ocasiones, aunque el motivo detrás del ataque sigue siendo desconocido.
Las autoridades instan a cualquier persona con información sobre el incidente a que se comunique con la Policía Estatal de Pensilvania. Asimismo, se hace un llamado a los padres para que mantengan un diálogo abierto con sus hijos sobre cualquier problema que puedan estar enfrentando.