PITTSBURGH, Pensilvania — La ciudad de Pittsburgh es muy afortunada por tener el Museo de Arte e Historia Natural Carnegie.
Entre su diversa amalgama de presentaciones de alto calibre, se encuentra la serie Forum, parte del Carnegie Museum of Art, un programa dinámico de exposiciones de algunos de los artistas contemporáneos más innovadores.
Desde 1990, la serie ha mostrado más de 80 exposiciones, incluyendo el debut en museos para muchos artistas que luego han alcanzado renombre internacional.
La edición número 84 de esta, trae una como pocas vistas en Pittsburgh con el estreno de la última creación fotográfica de la artista neoyorquina, Elle Pérez, y su obra titulada, “Devotions”.
Pérez es puertorriqueña y creció en el Bronx (New York City), donde aún vive.
En 2002, a la temprana edad de doce años, se dio a la tarea de fotografiar personas de la comunidad punk en el sur del Bronx, subcultura de la que formaban parte, y poco a poco fue creando un archivo o perfil de las personas que dieron forma a este espacio “periférico” y alternativo, conocido hoy día como “genderqueer” (de género no binario).
Como artista, la intimidad humana le sirve como tema y marco para realizar sus fotografías.
De una serie a la siguiente, Pérez centra sus propias conexiones con otras personas, de forma individual, la comunidad y el lugar, creando una sensación palpable de familiaridad en sus piezas.
En lugar de quedarse afuera, mirando hacia adentro –tal como lo harían otros fotógrafos– Pérez prefiere trabajar a través de un proceso creativo único, ver la realidad desde la perspectiva de un amante, formando parte participante íntima.
“La intimidad me intriga con sus misterios”, dijo la artista en un comunicado de prensa referente a su nueva exposición.
Y luego agregó, “los lazos entre mi identidad de género, perversión, sexualidad, placer y dolor están entrelazados. En lugar de intentar desenredarlos, trabajo dentro de estas complejidades”.
En este nuevo concepto de imágenes y “devociones”, Pérez explora el amor, el sexo y la amistad, así como la vulnerabilidad, la agencia propia y las dinámicas de poder que resultan de las relaciones íntimas.
A través de enfoques y tomas en extrema proximidad, escala, color, luz y recorte, Pérez crea representaciones vívidas y en ocasiones parecen provenir de otro mundo, intercalando imágenes de cuerpos en movimiento, quietud o abrazo.
Los temas del tacto y paisajes recorren también esta nueva serie, mientras el agua se repite como elemento natural “unificador”.
Como en sus trabajos anteriores, una narrativa ambigua emerge de las imágenes, siempre cuidadosamente secuenciadas por Pérez, momentos de dolor y cuidado, dolor y placer, deseo y autoexploración, creando un espacio para que reflexionemos sobre cómo nos definimos a nosotros mismos, nuestras experiencias vividas en relación con los demás y el mundo en general.
Esta serie/exposición estará disponible hasta el próximo 21 de agosto y presenta una gran oportunidad de que sus hijos e hijas conozcan sobre artistas hispanos destacados.
La entrada al museo Carnegie es gratis para familias recipientes del programa ACCESS.
