Nueva York, 11 feb (EFE).- Los tejidos y siluetas de la diseñadora francesa Coco Chanel y la elegancia de la icónica actriz británica Audrey Hepburn han inspirado la colección de vestidos que el diseñador colombiano Raúl Peñaranda llevó este viernes a la pasarela, en el marco de la Semana de la Moda que comenzó en Nueva York.
"Imparable". Así ha llamado el modisto su nueva propuesta otoño-invierno, inspirada en los años 40 y 50, pero ubicada en 2023, y que surge del momento que -dice- vive su carrera, que le llevará este año a abrir su primera tienda y sumarse así a la lista de famosas marcas que se han establecido en la popular calle Madison de Nueva York.
A ella le seguirán otra en su natal Colombia y una más en Palm Beach, Miami, así como su primera fábrica con sede en Cali, en su país, a lo que se sumará que a finales de este año pasará a ser miembro del Consejo de Diseñadores de la Moda (CFDA) de EE.UU., señaló a Efe con gran emoción.
Peñaranda, que se decantó por el rosado, negro, azul, dorado, blanco y estampado de flores como colores para este otoño-invierno, acostumbra nombrar a sus colecciones de acuerdo con "la emoción" que esté viviendo en ese instante y ésta llega a la pasarela en un momento en que toman forma varios proyectos para crecer su firma de moda, comentó.
Su nueva propuesta, que presentó en un hotel, consiste en vestidos cortos sin mangas, de corte clásico sobre la rodilla, simples pero elegantes, como la moda que impuso Chanel.
Son piezas que la mujer puede llevar al trabajo o cualquier evento durante el día y al que puede agregar la falda larga o corta superpuesta (wraparound) del mismo material que el vestido o de otro tejido, y accesorios para asistir a un evento en la noche, incluida una gala, destaca el modisto.
Hay tres tipos de faldas, una cascada, con pliegues y cierre a un costado; con volantes en la parte de atrás, que dejan al descubierto las piernas, y la asimétrica.
"La falda lleva el vestido del día a la noche y es el elemento que le podrá ahorrar tiempo" a su musa, una mujer profesional entre los 40 y 70 años, indicó el modisto, que de botones de un hotel en Nueva York pasó al mundo de la moda, trabajando para varias firmas, entre ellas Óscar de la Renta, antes de lanzarse en solitario.
Los vestidos de esta ocasión, su colección número 24 de forma ininterrumpida desde debutó en la pasarela neoyorquina en septiembre del 2009, definen la cintura, con cuello "monk", (cuello no tan alto ni ajustado como el tortuga) y que usó Hepburn, un ícono del cine pero también de la moda.
No faltaron los guantes hasta el codo y sombreros, una pieza que usaba Chanel y con la que comenzó como diseñadora en el mundo de la moda, completado con joyas de la diseñadora ecuatoriana Patricia Robalino, con la que Peñaranda trabaja por segunda vez.
La inspiración nació de un consejo que le dio Óscar de la Renta de "nunca envejecer con el producto", y que ahora está llevando a la práctica, con una colección inspirada en los años 40 y 50, "pero con un toque moderno, juvenil, funcional", señaló.
"Rindo homenaje a esas figuras icónicas. Es la esencia de la moda que siempre lleva Raúl Peñaranda pero tomando en cuenta el consejo que me dio De la Renta", agregó.
De acuerdo con el diseñador, su propuesta tiene dos ideas: que una mujer pueda lucir "bella y clásica" llevando a sus hijos al colegio como en una gala, usando estas piezas, confeccionadas en organza, seda o tejido bouclé, característico de los diseños de Chanel.
Ruth E.Hernández Beltrán
