Río de Janeiro, 27 feb (EFE).- Los 'blocos', como se conoce a las comparsas callejeras que arrastran miles de personas durante los 5 días de Carnaval en Brasil, salieron este domingo al centro de Río de Janeiro a pesar de las restricciones que impidieron las celebraciones carnavalescas este año.
La céntrica Avenida Getulio Vargas tuvo varios "blocos" deambulado, cada uno con una centena aproximada de personas y que a pesar de su cierta "clandestinidad" no fueron dispersos por los agentes policiales que terminaron escoltándolos y evitando una aglomeración mayor entre las personas.
Desde el sábado, las comparsas convocadas a través de redes sociales y con cierta prudencia para intentar driblar la presencia de las autoridades, vienen reuniéndose en varias ciudades y algunas llegaron a ser dispersas sin uso de la fuerza pública por parte de la Policía.
Con la cara pintada, portando banderas y la gran mayoría sin usar mascarilla, las personas cantaron y bailaron este domingo al son de los tambores y equipos de sonido, que esta vez fueron menos ruidosos.
Entre la noche del sábado y las primeras horas de este domingo, las 12 escuelas de samba del Grupo Especial de Río de Janeiro realizaron un evento con público limitado y en un recinto menor al de sus acostumbrados desfiles pomposos en el sambódromo de Sapucaí.
El evento, con formaciones que desfilaron con solo 150 integrantes cada una -en el sambódromo suelen ser 3.000- buscó amenizar la cancelación del Carnaval por la pandemia de coronavirus, que en 2 años suma 28.768.104 millones de casos confirmados y 649.134 muertes.
Este domingo se registraron en el país 24.054 nuevos casos y 221 fallecimientos asociados a la covid-19.
En Río de Janeiro, la Alcaldía espera realizar el Carnaval en abril si la tendencia de rebaja de número de muertos y contagios por covid-19 se confirma.
Este domingo, otras ciudades como Sao Paulo, Recife y Salvador, entre otras, realizaban también comparsas clandestinas, debido a que los días festivos del lunes y martes de Carnaval de este año fueron suspendidos también en la mayoría de municipios brasileños.