SANTO DOMINGO, R.D. — Con una profundidad de 25 metros, gran valor estético y arqueológico, es la única atracción turística de este tipo en las Antillas.
Fue descubierta por exploradores de San Pedro de Macorís en 1926.
Para entonces se le conoció como Cueva Jagual.
Solo por su hermosura, el profesor Francisco Richiez Acevedo le asignó en 1949 el nombre actual, logrando recopilar informes oficiales de esta formación natural para el Museo Nacional de la República Dominicana.
El 22 de julio de 1997 se declaró parque nacional y en el 2002 fue remodelada.
Mantiene 240 metros lineales y rampas especiales, un moderno elevador, escaleras y calzadas que facilitan la visita también a personas con necesidades especiales.
“La presencia de pinturas, grabados y altorrelieves hechos en arcilla sobre paredes, fue reconocida luego como uno de los hallazgos más importantes de la rupestrología dominicana, convirtiéndose en un referente obligatorio de todos los trabajos sobre arte rupestre indígena del Caribe”, explica el sitio web de la atracción turística.
“El abandono, las visitas no controladas y la consecuente destrucción de formas y pinturas, amenazaban con disminuir severamente el valor prehistórico y turístico de la cueva. Por esa razón, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales la eligió para habilitarla como modelo de manejo y conservación de un ecosistema subterráneo de gran interés natural y cultural”, resalta el portal.
Los relatos históricos evidencian que –según investigadores– la cueva fue utilizada más de mil años atrás por los indígenas taínos “como refugio y para la realización de ritos religiosos y funerarios”.
En sus paredes se pueden observar aquellos grabados que ellos realizaban.
El ambiente de la cueva es espacioso, cálido, húmedo en los jardines y fresco en el interior.
La temperatura permanece en unos 19 grados centígrados todo el año.
Así que, si piensa visitar República Dominicana este fin de año, enliste este sitio en su agenda de destinos.
Varias atracciones se pueden disfrutar:
Las pinturas y arte de los taínos, una galería de agua cristalina y un espejo que refleja desde arriba la imagen de los observadores.
De igual forma, en este espacio tienen un iguanario –el más grande de su tipo en el mundo– con iguanas de la especie Cyclura Cornuta, nativas de la isla, que se reproducen en su hábitat natural.
Otro de los atractivos es que, los visitantes pueden realizar un paseo a caballo por el bosque, en los alrededores.
Al momento de entrar a la cueva usted debe cumplir con ciertas normas:
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No puede llevar comida
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No debe portar armas de fuego
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No se permiten cámaras fotográficas
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No puede tocar las rocas
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Por seguridad, todo niño necesita ser llevado de la mano
La Cueva de las Maravillas está ubicada sobre la carretera San Pedro de Macorís-La Romana, en la costa oriental de la isla dominicana.
Si realiza un viaje como turista con destino a mi amada Quisqueya y se hospeda en un hotel, puede reservar su estadía, individual/familiar/grupal e incluir el paseo, que le darán en su idioma.
Las excursiones se realizan en grupos de hasta 20 personas y el precio actual de admisión es de RD300.00 ($10.00) por adultos y RD100.00 ($5.00) por niños.
La Fundación Patronato Cueva de Las Maravillas, Inc. dirige, administra y ofrece al público este hermoso espacio geológico, de martes a domingo y días feriados, de 9 a.m.–5:15 p.m.
