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Declaran racismo como crisis de salud

por Hugo Marín (hugo.marin@lamegamedia.com)


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PITTSBURGH, Pensilvania — A finales de diciembre de 2019, el concejo municipal de Pittsburgh firmó una histórica ordenanza declarando que el racismo era una crisis de salud pública. 

Una semana después comenzó a formarse una niebla sobre la ciudad. 

Muchas personas en Twitter e Instagram empezaron a publicar fotos de esta nube que cubría la ciudad durante la temporada navideña. 

En realidad se trataba de hollín: partículas 2.5 (PM), el tipo de contaminación que solía cubrir el cielo regularmente en el apogeo de la fabricación de acero en Pittsburgh. 

La ciudad ha estado tratando de eliminar esa reputación por décadas, sin embargo las cosas volvieron a flotar, atrapando contaminantes del aire cerca del suelo en toda la región y obligando al Departamento de Salud del Condado de Allegheny a explicar su presencia:

Este tipo de problema ambiental impone una carga desproporcionada sobre las comunidades más vulnerables, para el momento de este evento de contaminación, particularmente fue sofocante dado el clima de disparidad racial existente en la ciudad. 

Dos informes recientes han expuesto la lucha racial en Pittsburgh a toda la nación. 

Uno fue de Columbia Journalism Review, publicado en octubre por el profesor de medios de la Universidad Thomas Jefferson Letrell Deshan Crittenden, titulado “El problema de Pittsburgh: raza, medios y vida cotidiana en la Steel City”. 

El otro fue un estudio publicado en septiembre sobre la desigualdad de género y raza, el cual encontró que Pittsburgh era estadísticamente una de las peores ciudades para que los afroamericanos vivieran, mayormente para las mujeres negras.

Tomados en conjunto, los informes describen el racismo en Pittsburgh como cotidiano, donde hay desplazamiento y se mata a residentes negros, precisamente en un momento en el que Pittsburgh ha estado recibiendo elogios por ser una de las ciudades “más habitables”.

El reverendo Ricky Burgess y Robert Daniel Lavelle, los dos miembros afroamericanos del concejo municipal de Pittsburgh, utilizaron los informes para poner en agenda una ordenanza  que declaraba el racismo como “una crisis de salud pública que afecta a toda nuestra ciudad”. 

La nueva legislación compromete al gobierno local a crear más oportunidades de equidad racial en sus prácticas de contratación, iniciativas de diversidad y en la forma en que implementa políticas públicas.

También propone que la ciudad “incorpore en los planes de trabajo de la organización, esfuerzos educativos para atacar y desmantelar el racismo, ampliar la comprensión de este y cómo afecta la salud individual y de la población, proporcionando herramientas para ayudar a los miembros del gobierno municipal a participar de manera activa y auténtica con comunidades de color”.

La idea fue adaptada de Madison y Milwaukee, Wisconsin, las primeras ciudades en aprobar este tipo de legislación a principios de 2019. 

También se basa en autoridades médicas como la Academia Estadounidense de Pediatría, la Asociación Estadounidense de Salud Pública y la Escuela de Educación Pública de la Universidad de Harvard. 

Todos coinciden en que el racismo es una amenaza para la salud de los afroamericanos.

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