De las calles y barrios de Santo Domingo, emerge una nueva tendencia que está generando interés en los amantes de la música a nivel global. Se llama dembow.
Dentro de la industria discográfica, este ha prosperado en la República Dominicana, su diáspora en España y en Nueva York, por años ha estado sonando en todo el Caribe.
Sin embargo, por primera vez, parece estar a punto de llegar a un público más amplio.
El ritmo y su nombre se originan en Jamaica, como una diversificación del reggae, parecido al popular “dancehall”.
No obstante, el dembow dominicano ha evolucionado e incorporado elementos musicales de su país, dando fruto a un género único.
El Alfa, El Jefe, oriundo de República Dominicana, es uno de los exponentes más conocido del dembow moderno.
Obtuvo atención internacional luego de ejecutar un dúo con el puertorriqueño Bad Bunny, en el que combinaban elementos del dembow con reggaeton y bachata.
La canción se titulaba La Romana, y su éxito llevó a que El Alfa fuera elegido por Cardi B para grabar un sencillo con ella. De esta forma, comienza “el crossover” con el mercado angloparlante.
El fuerte interés en el dembow, combinado con el crecimiento global de la música latina durante los últimos años, tiene a algunos conocedores del género listos para hacer predicciones.
Santiago Matías, cuyo programa de radio “Alofoke” –que cuenta con más de 1.5 millones de suscriptores de YouTube– ha dedicado mucho tiempo al dembow desde su estudio en Santo Domingo.
Él cree que el género tiene el potencial de remodelar la música latina dominante, diciendo simplemente que “dembow es el nuevo reggaetón”.
En realidad esto es cierto porque el dembow es prácticamente un revivir del antiguo reguetón.
A medida que el reguetón puertorriqueño se convirtió en género exitoso y popular, pasó por un proceso de suavización: se volvió más melódico para atraer a un grupo más amplio de oyentes.
En 2005, el reguetón ya estaba recibiendo una atención generalizada en los Estados Unidos, el sonido se pulió más y surgieron muchas canciones de amor.
Ese proceso de ablandamiento (y el éxito generalizado en Estados Unidos) saltó sobre el dembow en República Dominicana, cuando la juventud comenzó a hacer su propio tipo de música, el resultado fue uno más puro y legítimo: un ritmo pegadizo y repetitivo, de base simple pero extremadamente bailable, con ese sentimiento de barrio que una vez hizo popular al reggaeton.
De hecho, el propio Daddy Yankee, hace unos meses expresó en redes sociales su descontento por el rumbo que ha tomado el reggaeton, afirmando que grabará unos temas para tratar de salvarlo.
El locutor boricua El Molusco dijo en su programa radial que, al parecer, el dembow estará reemplazando al reggaeton por su carácter de barrio.
Independientemente de la opinión de los críticos, la realidad es que el dembow ha llegado para quedarse y poner al mundo entero a bailar con el sabor de la República Dominicana.
