La Cárcel del Condado de Allegheny (ACJ) nunca ha estado exenta de controversias, sin embargo, la administración actual, liderada por Orlando Harper, ha posicionado a Pittsburgh como la segunda ciudad a nivel nacional con la cifra más alta en muertes de personas bajo su custodia y cuidado.
De acuerdo con datos publicados por la Alliance for Police Accountability (APA), una coalición fiscalizadora comunitaria, desde el año 2020, han sido 19 los decesos de personas en la cárcel del condado. Este número representa el doble de las muertes reportadas en el centro penitenciario de Rikers Island en la ciudad de Nueva York.
La última fatalidad ocurrió en mayo pasado cuando un hombre fue arrestado por alegadamente consumir sustancias controladas y falleció dos días más tarde bajo circunstancias confusas. Según la versión de las autoridades, el infortunado había sido puesto en un protocolo de desintoxicación.
El médico forense lo identificó como James Washington, de 42 años, de Bridgeville, sin embargo, no dio a conocer la causa de su muerte.
En los datos provistos por APA, menos del 10% de los encarcelados en ACJ han sido juzgados debidamente, declarados culpables y sentenciados a cumplir una condena. El 90% de la población penitenciaria está solamente “detenida”, por lo tanto –basada en la presunción de inocencia hasta que se pruebe lo contrario– potencialmente inocentes, entre ellos, menore de edad y personas transgénero.
Por otro lado, la publicación de un estudio realizado por la Escuela de Trabajo Social de la Universidad de Pittsburgh revela un patrón de hambre, temperaturas extremas, deficiencias en el acceso a la atención de salud médica y mental, discrimen, acoso y abuso en ACJ, que se supone sea una institución de corrección y rehabilitación.
El estudio recopiló experiencias de un 89% (1,416 individuos) de la población penal en el año 2021 por medio de una serie de preguntas tipo encuesta. En ella, un recluso escribió: “Me faltan al respeto verbalmente. Me han agredido físicamente. Me han atormentado”. Otro dijo: “Han pasado dos meses desde que envié dos solicitudes de atención médica, todavía no he visitado al doctor”. Hubo además múltiples quejas de cucarachas en los alimentos.
Reaccionando en buscar formas de revertir las condiciones de vida para quienes se encuentran detenidos o cumpliendo sentencia en ACJ, la APA hizo pública una serie de demandas dirigidas a la junta de supervisión de dicha cárcel, que incluyen una investigación completa e inmediata del complejo correccional.
Piden también que se sirva comida digna, de acuerdo con las necesidades dietéticas y religiosas del recluso, al igual que acceso a servicio médico autogestionado (a petición de ellos y no a discreción de funcionarios penitenciarios).
En adición, exigen que la administración o el personal de la Cárcel del Condado de Allegheny informe dentro de un lapso de dos horas a familiares del reo en caso de una emergencia médica, hospitalización o muerte. Tras ser notificados, piden que los familiares puedan ver a la persona de inmediato.
De igual forma, hacen un llamado a que se respete la afirmación de género y se faciliten los cuidados requeridos para quienes lo necesiten.
Por último, reclaman que toda persona tenga acceso fácil e inmediato a los servicios de intérprete y traducción en su lengua vernácula, disponible siempre que sea solicitado, incluso durante el proceso de admisión.
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FOTO: (CC/Peter Rapunzel)
