El Gobierno de EE.UU. inauguró un nuevo centro de admisión de emergencia de menores inmigrantes no acompañados, en un intento por mitigar el hacinamiento en las instalaciones de la Patrulla Fronteriza ante la creciente llegada de pequeños que atraviesan la frontera desde México sin sus padres o un representante.
Así lo anunció este lunes el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, en inglés) y señaló que la instalación abrió sus puertas este domingo en la ciudad de Midland, en el estado de Texas.
"La necesidad inmediata del sitio de admisión de emergencia es el resultado del rápido aumento en el ritmo de remisiones de menores no acompañados desde el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) a la Oficina de Reasentamiento de Refugiados (ORR) para su cuidado", señaló el HHS en un comunicado.
El lugar, considerado una medida temporal, busca ofrecer "un entorno más seguro y menos abarrotado donde los niños son atendidos y procesados lo más rápidamente posible y serán entregados a un patrocinador o transferidos a un centro de acogida de la ORR para su cuidado a largo plazo".
Dicho centro, operado en conjunto por la Cruz Roja estadounidense, contratistas y personal federal, ofrecerá facilidades para la permanencia de los pequeños, acceso a servicios médicos e implementará un protocolo para la detección de la covid-19.
Según la cadena CBS News, más de 4.200 niños inmigrantes no acompañados permanecían hasta el domingo en instalaciones de detención de corto plazo de la Patrulla Fronteriza, entre ellas algunas no aptas para albergar menores.
La versión indicó que más de 3.000 pequeños inmigrantes bajo el cuidado de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) -de la que hace parte la Patrulla Fronteriza- habían superado el plazo de 72 horas previsto por la ley para que sean entregados a la ORR, que tiene como misión atender a los refugiados en el país.
Pese a que el Gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, ha advertido que la frontera con México continúa cerrada debido a las restricciones para evitar la propagación de la pandemia, la entrada de menores no acompañados se ha disparado y activado las alarmas de quienes ya hablan de una nueva crisis en la frontera.
Es tal el flujo que Biden ha debido recurrir a la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, en inglés) para apoyar al HHS.
Las cifras de detenciones en el linde alcanzaron mínimos durante la Administración del ahora expresidente Donald Trump, que, entre otras, puso trabas al asilo y devolvió a quienes lo solicitaran a esperar por su proceso en México.
Trump dio además luz verde a la separación de familias detenidas en la frontera y afrontó duras críticas por las condiciones de detención de los pequeños inmigrantes, que, según abogados y activistas, permanecían en centros de detención como el de Clint (Texas) sin pañales, jabón, ropa limpia, cepillos de dientes o comida adecuada.
Lectura de 0 minutos