CLEVELAND, Ohio — José Cabrera y Juan Escalante se preparan para lo que viene.
José llegó a los cuatro años de México con su familia, creció y estudió en Cincinnati, donde se convirtió en líder activista de derechos proinmigrantes y en uno de los primeros beneficiarios del programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA).
Actualmente reside en Cleveland y labora para la organización jesuita Ignatian Solidarity Network como director de Educación y Promoción.
Su trabajo es informar y orientar a los miembros de su organización sobre temas migratorios, dándoles las herramientas necesarias e intentando cabildear a sus representantes para que pasen legislaciones que beneficien a la comunidad inmigrante del país.
José le pide a otros soñadores que se informen de lo que está pasando con las decisiones judiciales sobre DACA ya que todo puede cambiar en cualquier momento.
“Que no los agarre de sorpresa”, dice mientras advierte: “prepárense y renueven sus permisos con tiempo”.
Juan Escalante vive en Washington, D.C. y trabaja para la organización FWD.us.
Es un soñador y activista que sufrió de primera mano la incertidumbre causada por las duras medidas del expresidente Trump.
“Para mí los últimos tres años han sido muy inciertos en temas migratorios. He visto como la administración de Donald Trump atacó a las comunidades inmigrantes, y trató de deshacer el programa DACA, el cual me protege a mí y a casi 700,000 inmigrantes a través del país”, expresó Escalante.
“Como sabemos, todos estos ataques han sido motivados por razones políticas y por el odio que Trump y sus aliados tienen en contra de los inmigrantes”, afirma.
Pero Escalante es optimista y apuesta a la nueva administración Biden-Harris.
“Estoy emocionado de saber que Joe Biden podrá deshacer el daño que Trump hizo en cuanto a las políticas migratorias. Al mismo tiempo sé que empujará reformas que modernicen el sistema migratorio de este país”, destacó el soñador.
Batalla por DACA
El 4 de diciembre de 2020, un juez federal de Nueva York emitió una orden para que DACA se restableciera inmediatamente a su forma original, la cual había sido puesta en pausa el 5 de septiembre de 2017 por la administración Trump.
Esto significa que quienes califiquen para el programa volverán a presentar la solicitud.
Sin embargo, el 22 de diciembre –en la recta final del mandato de de Trump– se presentó una apelación en Texas, esperando que el juez Andrew Hanen, quien preside este tribunal, falle sobre si un presidente tiene la autoridad de implementar el programa o no.
Y nuevamente DACA, podría estar en peligro.
Solución permanente
Al igual que José Cabrera y Juan Escalante, activistas proinmigración en todo el país ya se están preparando para la lucha que se avecina.
Bien sea que vuelvan a suspender el programa o si continúa, el objetivo se enfoca en que el nuevo gobierno encuentre una solución permanente.
María Bilbao, quien es organizadora en Florida de United We Dream (UWD), un grupo que aboga por los indocumentados dijo que siguen trabajando arduamente para que haya una solución permanente para los indocumentados.
“Vamos a empujar al Congreso y a la administración Biden a pasar algo más, ya que DACA es el piso, no el techo, y lo que necesitamos es una protección permanente”.
También anunció que lucharán para ampliar la protección e incluir a los 11 millones de indocumentados que viven en este país.
María y su hijo Thomas Kennedy, quien es director de UWD en Florida, han comprendido que la presión debe ser estratégica y es necesario contar con representantes que apoyen leyes proinmigración.
Para que el programa DACA sobreviva, es fundamental que haya un gran número de beneficiarios registrados y por eso trabajan en asegurarse de que la mayor cantidad posible de jóvenes indocumentados elegibles, soliciten DACA y obtengan el amparo migratorio.
