El comité de la Cámara Baja de Estados Unidos que investiga el asalto al Capitolio del pasado 6 de enero declaró este martes en desacato por negarse a comparecer ante los legisladores al ultraderechista Steve Bannon, un cercano aliado del expresidente Donald Trump.
El comité tomó la decisión por unanimidad, con los votos de los dos congresistas republicanos que integran el cuerpo, Liz Cheney y Adam Kinzinger, en una reunión vespertina que duró apenas unos 25 minutos.
La declaración de desacato por parte del comité investigador pasa ahora al pleno de la Cámara Baja, que se prevé que lo someta a votación este mismo jueves. De ser aprobada, algo presumible dada la mayoría demócrata, la declaración de desacato será entregada al Departamento de Justicia para que procese a Bannon.
Cualquier persona declarada culpable de desacato por parte de un tribunal federal puede enfrentarse a hasta un año de cárcel y a una multa de 100.000 dólares, según el Servicio de Investigación del Congreso.
El comité investigador quiere que Bannon testifique porque cree que el ultraderechista "tenía algún conocimiento previo sobre los extremos sucesos que podrían acontecer" el 6 de enero, cuando el Congreso tenía previsto certificar la victoria electoral de Biden y Trump había convocado una protesta cerca de la Casa Blanca.
El comité basa sus sospechas contra Bannon, entre otras cosas, en unas declaraciones que el líder ultraderechista, que fue asesor de Trump en la Casa Blanca, hizo en su podcast en la víspera del asalto al Capitolio, el 5 de enero.
"¿Va a desatarse el caos mañana? Mucha gente me ha dicho: 'Hombre, si hubiera una revolución, sería en Washington'. Bueno, este será vuestro momento en la historia", afirmó Bannon a sus oyentes.
Bannon, que no quiere declarar ante el Congreso, se ha excusado detrás de una demanda presentada por Trump para evitar que ciertos documentos relacionados con los hechos ocurridos vean la luz, pidiendo al comité que posponga su comparecencia hasta que la Justicia falle, algo que este ha rechazado.
En la reunión de este martes, Cheney, hija del exvicepresidente republicano Dick Cheney, afirmó que los actos de Bannon y Trump "parecen revelar una cosa: sugieren que el presidente Trump estuvo personalmente involucrado en la planificación y ejecución del 6 de enero".
"Y llegaremos al fondo de eso", afirmó la congresista, caída en desgracia dentro de su partido por su enfrentamiento con el expresidente republicano.
Por su parte, el demócrata Bennie Thopmpson, que preside el comité, dejó claro a Bannon que, "o acata al comité, o deberá enfrentar las consecuencias". También aseguró que Bannon es el único citado que no está colaborando con la investigación.
Ayer, Trump interpuso una demanda para mantener ocultos una serie de documentos sobre el asalto al Capitolio, en el que murieron cinco personas y 140 agentes de Policía resultaron heridos.
Con esa demanda, el exmandatario quiere impedir que los Archivos Nacionales de Estados Unidos, que custodian documentos históricos, entreguen información sobre el asalto al Capitolio al comité que lo investiga.
Hace diez días, su sucesor, Joe Biden, autorizó a los Archivos Nacionales a entregar estos documentos al comité y rechazó los argumentos de Trump, que defiende que esos textos deben mantenerse en secreto porque podrían poner en peligro la seguridad nacional.
El contenido exacto de los documentos evidentemente se desconoce, pero podrían sacar a la luz qué ocurrió en la Casa Blanca mientras cientos de personas irrumpían en el Capitolio.
Con ese propósito, el comité, cuya misión es investigar por qué ocurrió el asalto, quién fue responsable y qué puede hacerse para evitar un suceso similar, ha solicitado acceso a documentos hasta ahora secretos, como los de Trump, y ha citado a declarar a sus aliados más cercanos, incluido Bannon.
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