Existen tantas historias de migración como inmigrantes en Estados Unidos. Cada una es única y especial.
Las razones para emigrar son miles, pero quienes lo hacemos, tenemos en común el sentimiento de dualidad y nostalgia por la tierra que dejamos atrás, aunque siempre manteniendo los ojos mirando hacia el futuro y a las innumerables posibilidades que regala la nación que nos acoge.
Esta es la historia de uno de ellos: Ernesto Luna.
Dejar todo atrás
En principio, Ernesto decidió emigrar porque era muy duro ser “el hijo de” en un país muy pequeño como Uruguay.
Ser hijo de un ícono de la música popular uruguaya de la talla de Washington “El Canario” Luna, era para Ernesto un peso y una responsabilidad muy grande para llevar.
Al convertirse en adulto, sentía que se le media con una “vara” diferente solo por ser hijo de un famoso y le costaba conseguir trabajo.
A eso se sumaba la crisis económica por la que atravesaba Uruguay en el 2002.
Así que decidió –al igual que miles de uruguayos ese año– dejar su tierra natal en busca de un sueño.
“Nunca pensé que iba a venir a Estados Unidos, yo venía de paso y luego seguiría para Australia, pero al llegar me enamoré de Chicago y su magia. También conocí a quien sería mi pareja por ocho años y medio”, cuenta Luna.
Camino a un sueño
Después de vivir un tiempo en Chicago y en Athens Ohio, Ernesto y su pareja se separan, y él decide mudarse a Cleveland para comenzar de cero.
Se encontró una vez más solo y en una ciudad desconocida.
Al poco tiempo de estar en Cleveland, junto a otros latinos actores amateurs, se le presenta la posibilidad de fundar –bajo el ala de Raymond Bobgan y Faye Hargate– Teatro Público de Cleveland, una rama del Cleveland Public Theatre, la cual sería 100% integrada por latinos produciendo obras bilingües y en español.
“Arte en las venas”
Ernesto Luna es actor, director, escritor y artista plástico.
Además, trabaja como panadero en una conocida “bakery” de la zona este de Cleveland.
Siempre supo que llevaba el arte en la sangre:
“Cuando fui creciendo yo ya sabía que iba a ser artista. Lo traía en las venas”.
Así que entre ‘bakery” y teatro, Ernesto no ha parado de trabajar.
“Yo siempre digo que este país es increíble porque aquí los sueños se pueden hacer realidad”, comenta Luna.
“Salí un día de mi Montevideo natal casi sin un peso, sin hablar mucho inglés, para empezar de cero”, recuerda.
“Llegué sin conocer a nadie y siempre la vida puso ángeles y guerreros como Raymond y Faye que me han enseñado tanto, han creído en mi arte y me han dado ese impulso que yo pensé que no tendría nunca para subirme nuevamente a un escenario a cantar, bailar, actuar y dirigir”.
Pasión por las “tablas”
Entre sus obras más destacadas con Teatro Publico de Cleveland se encuentran: Cuando Cierras Your Eyes (2013); Estrella del Norte (Station Hope 2014); Vuelo del Ocean (Pandemonium 2014); A Recipe para la Vida (2014); Doña Carmella (Station Hope 2015); Yo Sueño of Home (Pandemonium 2015); ¿Dónde Está My Home? (2015); Uz, El Pueblo (2016); Mariel’s List (Pandemonium 2016); Labio de Liebre (2017); En el Tiempo de las Mariposas (2018); The Tulpa y La Gringa, en las dos como director
Nuevo proyecto
Durante la pandemia comenzó a dar vida a un nuevo proyecto: su primer libro autobiográfico que espera publicar pronto.
En él, narra su historia no solo desde la perspectiva de un inmigrante sino también como un hombre gay.
“Contaré sobre el amor prohibido y mal juzgado, desde la perspectiva de una persona que ha tenido que soportar muchas cosas feas, tan solo por ser diferente”.
-------------------
En la próxima edición de La Mega Nota (JUNIO-2021), no se pierda la segunda entrega de esta historia, en la cual conocerán a su padre, “El Canario” Luna.
