La pandemia provocada por el COVID-19 está creando retrasos en los procedimientos de inmigración en los Estados Unidos, lo cual tiene en vilo a cientos de miles de inmigrantes del país.
Nuevos ciudadanos
Un estudio presentado por Boundless Immigration, una compañía de tecnología que ayuda a personas a navegar el complejo sistema de inmigración, reveló que alrededor de 315,000 personas corren riesgo de no poder votar en las elecciones de noviembre de este año porque sus solicitudes de ciudadanía no se completarán a tiempo, considerando un análisis de datos del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS, por sus siglas en inglés).
La estimación se basa en datos obtenidos antes de la pandemia cuando 63,000 inmigrantes solían completar ceremonias de naturalización/juramentación cada mes.
Estos procesos se vieron suspendidos durante la pandemia debido a que la oficina de USCIS dejó de realizar entrevistas en persona para aplicaciones solicitudes de ajuste de estatus.
Aunque USCIS reabrió sus oficinas en junio, se están programando muy pocas entrevistas de naturalización en persona, y si las hay, están siendo reprogramadas, según dijo Xiao Wang, CEO de Boundless a la publicación USA Today.
“Eso deja un atraso de cinco meses de posibles ciudadanos estadounidenses que están en espera”, confirmó Wang.
“Creemos que más de 300,000 inmigrantes no podrán convertirse en ciudadanos estadounidenses a tiempo para votar en noviembre”, explicó.
Documentos
Un atraso en la producción de tarjetas de residencia y otros documentos que emite el gobierno federal relacionados con inmigración fue provocado por problemas de presupuesto, de acuerdo con una alerta enviada por el defensor del pueblo de la agencia.
En junio, USCIS redujo su capacidad para imprimir documentos seguros, como tarjetas verdes y documentos de autorización de empleo, cuando terminó el contrato con una de las imprentas que brindaba este servicio, destaca la alerta.
Son dos las instalaciones que realizan este servicio.
Una, en Corbin, Kentucky, cerró la producción semanas atrás y la segunda, en la Cumbre de Lee, Missouri, está operando a capacidad reducida.
Unas 50,000 tarjetas verdes y otros 75,000 documentos de autorización de empleo prometidos a inmigrantes no han sido impresos, de acuerdo a un comunicado de USCIS.
La agencia se está preparando para despedir a más de la mitad de su personal este mes, una medida que podría detener el sistema de inmigración estadounidense.
USCIS, que recibe financiamiento por honorarios, dice que está en serios problemas después de tener que cerrar oficinas y pausar los servicios durante la pandemia.
La agencia federal ha pedido al Congreso 1,200 millones de dólares, los cuales, al momento de redactar esta nota, no habían sido otorgados.
Algunas de las tarjetas verdes que faltan son para inmigrantes recién aprobados con la residencia permanente legal. Otras son para residentes permanentes que deben renovar sus tarjetas de identidad, que expiran cada diez años, pero a veces deben ser reemplazados antes (por ejemplo, si se pierden).
Estos inmigrantes han completado cada entrevista, requerido evaluación biométrica, despejado otros obstáculos, y a menudo esperaban años por las credenciales, las cuales son necesarias para vivir y trabajar en Estados Unidos.