CLEVELAND, Ohio — El actual clima político –de tensión, incertidumbre y constante bombardeo de información, real y falsa– repercute en desmotivación para participar en el proceso electoral.
La población hispana/latina –vulnerable a estos factores– es uno de los grupos demográficos con menor porcentaje de participación en las elecciones, sobre todo las de medio tiempo y locales.
En una encuesta del Pew Research Center a principios de 2018, alrededor de tres cuartas partes de los estadounidenses (74%) dijo que votar en las elecciones era muy importante, considerando el significado de ser un buen ciudadano.
Los latinos conforman una porción cada vez mayor del electorado de Estados Unidos.
Un récord de 29 millones de latinos fue elegible para votar en las elecciones de medio término en el 2018, representando el 12.8% de todos los votantes elegibles, el cual es un número históricamente alto. Se espera que en 2020 la cifra aumente a 32 millones.
Las elecciones de medio término son las que tienen menor participación de votantes en todas las categorías demográficas a nivel nacional, sin embargo, en 2018 un 11% del electorado total, fueron latinos.
Más de un cuarto de los latinos que votaron, lo hicieron por primera vez en una elección de medio término.
Gracias a este “despertar electoral” es que en 2018 se eligió el Congreso más diverso de la historia del país.
De los 435 miembros en la Cámara de Representantes, 37 son hispanos, y en el Senado, de los 100 asientos, tan solo cuatro pertenecen a latinos.
Estas cifras siguen siendo mínimas en comparación a la población.
A pesar del crecimiento en números de votantes, la lucha debe ser incansable hasta tener participación masiva.
Para lograrlo es necesario educar a la comunidad para que sea parte del sistema democrático de este país.
El primer paso es solicitar la ciudadanía por naturalización.
Muchos inmigrantes con residencia permanente no gestionan su proceso de ciudadanía y, en consecuencia, están perdiendo su derecho a votar.
El otro paso importante es la educación.
Existen varias organizaciones cuyo objetivo es educar y movilizar a la población latina a votar, una de estas es “Mi Familia Vota” (MFV) que realiza campañas en varios estados donde el voto latino es competitivo.
“A través de estas campañas, MFV tiene como objetivo activar nuestra comunidad para comenzar el proceso de ciudadanía y naturalizarse lo antes posible para que puedan disfrutar de todos los beneficios y protecciones de convertirse en ciudadano, incluido el derecho al voto. Cerca de nueve millones de residentes permanentes son actualmente elegibles para solicitar la ciudadanía”.
Fernando Espuelas, analista político y autor, asegura que votar estratégicamente puede aportar mayor fuerza al bloque de electores latinos.
De esta manera, se logra el poder político “detrás de los problemas que los latinos desean ver a la vanguardia de la toma de decisiones, por ejemplo, la reforma migratoria”.
Destaca, además, que todo esto solamente puede suceder con la votación, “la cual comienza con una población bien informada”.