CLEVELAND, Ohio — Cathy Rush está comprometida con la misión de hacer mascarillas de tela.
Esta artesana ha cambiado su enfoque de confeccionar mantas para perros y delantales por mascarillas que salvan vidas.
Cuando el COVID-19 comenzó su fluencia en Ohio, Rush se vio en la necesidad de ayudar de alguna manera.
“Sentí la obligación de hacer lo que pudiera para ayudar”, dice Rush.
Como creció en un área rural, siempre se ha dedicado a coser y crear cosas útiles desde pequeña, así que decidió probar suerte en la fabricación de mascarillas.
Todo comenzó con una para un amigo cercano.
Entonces, la autoproclamada “acaparadora de telas” sacó algunos retazos y diseñó las primeras máscaras para otros amigos profesionales de la salud.
Luego, publicó algunas imágenes de las creaciones en su cuenta de Facebook.
A medida que se corrió la voz, las llamadas y los mensajes llegaban para solicitarlas.
Se motivó con el reto de coser 100 máscaras, pero ha superado con creces ese objetivo, y decidió no establecer un límite en el número de mascarillas que confeccionaría.
Ha creado estos regalos de amor para los trabajadores de Rainbow Babies and Children’s Hospital, MetroHealth, Cleveland Clinic y los Hospitales Universitarios.
Actualmente está cosiendo otras 100 mascarillas para la División de Servicios para Adultos y Personas de la Tercera Edad del Condado de Cuyahoga, donde se desempeña como presidenta del consejo asesor.
Ella pasa más de ocho horas al día en su máquina de coser. Se inspira con diseños de lunares, personajes y variedad temática.
“Seguiré haciéndolas mientras exista la necesidad”, asegura Rush.
“Esta es mi manera de hacer la diferencia. Espero que mi trabajo sirva para salvar vidas y compartir regocijo”, concluye.