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Kriechmayr emula a Bode Miller y exige respeto por Austria

por EFE (editor@lamegamedia.com)


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Madrid, 14 feb (EFE).- El austriaco Vincent Kriechmayr, que el jueves capturó oro en supergigante, se proclamó campeón de descenso en los Mundiales de esquí alpino de Cortina d'Ampezzo, donde este domingo ganó la prueba reina y firmó el 'doblete' de velocidad; el primero desde que lo hiciera por última vez el estadounidense Bode Miller hace 16 años en Bormio, asimismo en Italia.

Kriechmayr, de 29 años, cubrió los 2.610 metros de la nueva pista 'Vertigine' de la citada estación de los Dolomitas en un minuto, 37 segundos y 39 centésimas, sólo una menos que el tiempo del alemán Andreas Sander, sorprendente medallista de plata. En una prueba en la que el suizo Beat Feuz -oro mundial hace cuatro temporadas-, que se quedó a 18 centésimas del ganador, capturó bronce.

Con este triunfo, Kriechmayr se convirtió en el primero en ganar ambos títulos de velocidad desde que el excéntrico y siempre genial Miller ganase el descenso y el supergigante -una disciplina que se introdujo a finales de los años 80- en Bormio, en 2005. El anterior en firmar un 'doblete' de velocidad fue el mítico austriaco Hermann Maier -el irrepetible 'Herminator'- en los Mundiales de 1999 de Vail (Colorado, EEUU). En los que, sin embargo, tuvo que compartir el título de 'súper' con el noruego Lasse Kjus -otra leyenda-, que había marcado idéntico crono.

Kriechmayr, con ocho victorias en Copa del Mundo (seis en 'súper' -disciplina en la que se llevó el último Globo de Cristal- y dos en descenso) y que en los anteriores Mundiales, los de Are (Suecia) de hace dos años, capturó plata en supergigante y bronce en la prueba reina, acabó de labrarse en Cortina, un palmarés brillante.

Sin apenas hacer ruido. A Kriechmayr ya sólo le falta una medalla olímpica. A la que apuntará, sin duda, el año próximo: en los Juegos de Pekín.

El campeón de Linz abrió la prueba y a su crono sólo se acercó -a una sola centésima- Sander, que bajó acto seguido, con el dorsal 2.

Ninguno supo a ciencia cierta hasta unos cuantos minutos después que sus marcas iban a ser las buenas. Y si Kriechmayr confirmó su gran momento de forma, Sander protagonizó la tercera sorpresa alemana en lo que va de campeonatos. Todas ellas en forma de plata.

Romed Baumann (que comenzó su carrera deportiva como austriaco, su país de nacimiento, pero acabó nacionalizándose alemán al quedarse fuera del equipo del OESV) sorprendió al acabar segundo el 'súper'; Kira Weidle hizo lo propio en el descenso femenino. Y pocos apostaron por la plata que este domingo se llevó a casa Sander.

Italia confiaba en Sofia Goggia y en Dominik Paris para alzarse, en casa, con el triunfo en la reina de las disciplinas del deporte rey invernal. Pero Goggia -oro olímpico en PyeongChang (Corea del Sur) hace tres años y líder de la Copa del Mundo de descenso, con cuatro triunfos este curso- se lesionó hace dos semanas. Y Paris -que cuenta 15 de sus 19 triunfos en esta disciplina, en la que ganó plata hace ocho años, en Schladming (Austria)- no pasó del cuarto puesto este domingo.

El italiano bajó con el dorsal 3 y se quedó a seis décimas y media de Kriechmayr. Pero Beat Feuz, campeón mundial hace cuatro años ante su afición en St.Moritz (Suiza), ganador de las tres pasadas Copas del Mundo y líder de la actual, no presenta tan completa hoja de servicios por casualidad. Y con 34 años se metió otra medalla en su bolsillo.

Suiza desbancó la pasada temporada a Austria, tras la retirada de Marcel Hirscher justo después de elevar a ocho su récord histórico de triunfos (seguidos) en Copa del Mundo-, en la cúspide mundial del esquí. Y si la Confederación Helvética lidera el medallero tras la primera semana de campeonatos, los dos oros de Kriechmayr, que de esta forma exigió un respeto por la gran potencia histórica, igualan los que lleva el equipo suizo. Que suma, eso sí, más trofeos.

Paris se conformó con la cuarta plaza, que compartió -con idéntico crono- con el suizo Marco Odermatt, llamado a ser el gran campeón del futuro si ninguna lesión grave le pone una zancadilla. Otro italiano, el veterano Christof Innerhofer, se quedó a nueve décimas y firmó un más que notable sexto puesto.

Pero para veteranos, el francés Johan Clarey que, con un buen día, aspiraba al podio y se quedó a segundo y medio. Aún así, su decimosexto puesto, con 40 años, es para quitarse el sombrero.

Espectaculares fueron las maneras con las que su compatriota Maxence Muzaton evitó un accidente que, a buen seguro, lo hubiera enviado directamente al hospital. Ni él, ni quien vio la carrera, se puede creer aún lo sucedido. Que, por fortuna, se quedó en un buen susto. Y, de momento, en la imagen de los campeonatos.

Los Mundiales se reanudan este lunes con la disputa, tanto en mujeres como en hombres, de la prueba combinada: una manga de supergigante y otra de eslalon. En la que defienden título la suiza Wendy Holdener y el francés Alexis Pinturault.

Por Adrian R. Huber



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