Bruselas, 10 feb (EFE).- La Comisión Europea (CE) mejoró este jueves en una décima su previsión de crecimiento para España este año, hasta el 5,6 %, con lo que se situará en el segundo lugar de la recuperación en la Unión Europea (UE) impulsada por la reactivación del turismo, el consumo privado y los fondos de reconstrucción.
Para 2023, las Previsiones de Invierno del Ejecutivo comunitario estiman un avance del PIB del 4,4 %, el mismo que en sus últimas proyecciones del pasado noviembre.
La CE anticipa, sin embargo, una inflación más alta de lo esperado entonces: advierte de que la tasa seguirá subiendo en 2022 empujada por los precios de la energía, hasta el 3,6 %, y que se moderará en 2023 conforme estos se estabilicen para cerrar ese año en el 1,7 %.
"Una reavivación del turismo impulsará la industria y ayudará al mercado de trabajo, mientras que se espera que el Plan de Recuperación y Resiliencia aliente la inversión pública y privada en el horizonte de las previsiones", explicó el comisario europeo de Economía, Paolo Gentiloni, en la presentación del informe.
España recuperaría así el producto interior bruto (PIB) previo a la pandemia en el último trimestre de 2022, antes de lo esperado hace tres meses.
A LA CABEZA EN EUROPA
La economía española crecerá este año y el próximo por encima de la media de la UE y la eurozona, cuyo repunte se ha ralentizado en general por el aumento de infecciones de covid-19, el alza de los precios energéticos y los problemas de suministros, aunque estos factores no deberían hacer descarrilar la recuperación.
La Comisión recortó en tres décimas el avance previsto del PIB para ambas zonas en 2022, hasta el 4 %, aunque para 2023 lo elevó al 2,8 % en el bloque y al 2,7 % en el área de la moneda única.
España será el segundo país comunitario que más crezca en 2022, solo por detrás de Malta (6 %), y a un ritmo superior al de otras grandes economías del euro como Alemania (3,6 %), Francia (3,6 %), Italia (4,1 %) o Países Bajos (3 %).
Aunque el avance esperado por Bruselas se queda lejos del incremento del 7 % del PIB de las previsiones del Gobierno, que datan de octubre.
CONSUMO Y FONDOS EUROPEOS EMPUJAN EL PIB
Un crecimiento del 5,6 % "no solo es positivo, sino bastante realista" teniendo en cuenta el desempeño de España el año pasado, dijo Gentiloni.
El PIB español cerró 2021 en el 5 % tras haber cogido impulso en la segunda mitad de año sustentado en las exportaciones y la inversión, ya que el aumento de los precios de la energía y de los casos de covid restringieron el consumo privado, recuerda el informe comunitario.
Si bien el avance de ómicron tuvo un "impacto inmediato moderado" en la economía española a finales de 2021, Bruselas cree que sus efectos se notarán más en este primer trimestre de 2022 debido al aumento de bajas médicas, que presionan sobre el mercado laboral.
Así estima que el PIB crecerá un 0,6 % hasta marzo y ganará ímpetu a partir de abril, con avances trimestrales del 1 % hasta principios de 2023, cuando empezará a ralentizarse.
Los ahorros acumulados por la pandemia y el aumento de las pensiones impulsarán el consumo privado que, junto con la inversión, tirará del crecimiento.
A ello se sumará el impacto de los fondos de recuperación y la "normalización gradual" del turismo, que debería permitir una contribución positiva por el lado de las exportaciones.
España espera recibir unos 18.000 millones de euros en 2022 y unos 17.000 millones en 2023 del fondo de recuperación europeo, a condición de haber cumplidos las metas pactadas con Bruselas, entre las que figura la ya aprobada reforma laboral.
LOS PRECIOS SEGUIRÁN SUBIENDO
La sombra en el horizonte, como para el resto de economías europeas, la pone el aumento de los precios de consumo que comenzó a mediados de 2021 y se está prolongando más de lo esperado, haciendo temer una retirada de estímulos del Banco Central Europeo (BCE) antes de lo previsto.
En España, la Comisión prevé que la inflación siga alta en la primera mitad de este año debido a los precios energéticos y que los productores trasladen al consumidor parte del aumento de costes, pero espera que en el segundo semestre que se vaya suavizando y en 2023 acelere el descenso conforme se estabilizan los precios energéticos.
Así, tasa sería del 3,6 % en 2022 y del 1,1 % en 2023, lo que supone una revisión al alza de 1,5 puntos y cuatro décimas, respectivamente.
Para la eurozona, Bruselas elevó sus previsiones de inflación al 3,5 % este, aunque en 2023 espera que baje hasta el 1,7 %, por debajo del objetivo del 2 % por el que se rige el BCE.