Dubái, 3 feb (EFE).- La construcción del complejo de la Exposición Universal, que debía comenzar en Dubái el pasado octubre y que se retrasó a este año por la COVID-19, sigue su curso en un recinto que ya empieza a tener forma y color, aunque su celebración sigue amenazada por la pandemia.
Pabellones en forma de cono, como el de España, ovalados o cuadrados. Las distintas formas geométricas dan una imagen de esperanza al recinto, pero pocos están acabados.
“Somos muy optimistas y creemos que estamos en la etapa en la que esperamos que haya una gran participación este año y algo en lo que podamos garantizar la salud y la seguridad de cada persona que venga aquí, y también crear algo significativo, impactante e interesante para el mundo”, afirma a Efe el vicepresidente de Comunicación de la Expo 2020, Mohamed al Ansaari, desde el recinto en Dubái.
UNA EXPERIENCIA ÚNICA
Emiratos Árabes Unidos pidió a la Oficina Internacional de Exposiciones (BIE) que, a causa de la pandemia de la COVID-19, la Expo se celebre entre 1 de octubre de 2021 y el 31 de marzo de 2022, lo que fue también respaldado por el Comité Ejecutivo, compuesto por doce países.
Dubái todavía promete que la Expo 2020, que mantiene su nombre a pesar del cambio de fechas, será una "experiencia única en la vida", asegura Al Ansaari.
Aunque Emiratos sea uno de los países con mayor porcentaje en el mundo en la administración de vacunas contra el coronavirus, aún no se ha pronunciado oficialmente sobre la celebración del evento, ya que hay también varios obstáculos en el proceso logístico, como la llegada de materiales o el desplazamiento de mano de obra.
“La dinámica en el mundo es diferente hoy y tenemos que trabajar realmente con lo que está sucediendo en el mundo de ahora. Tenemos que ser positivos y seguir trabajando. Y por supuesto que hay pautas, hay reglas y nos regimos por el BIE”, subraya el responsable emiratí.
Hasta el momento, alrededor de 190 países han confirmado su asistencia a un evento que contará con tres zonas temáticas: Oportunidad, Sostenibilidad y Movilidad.
Con el lema "Conectar mentes, construir el futuro", Dubái espera recibir 25 millones de visitantes, 11 millones de ellos extranjeros, y obtener unos ingresos de unos 30.000 millones de euros (unos 32.600 millones de dólares), pero las cifras pueden alejarse de las estimaciones.
RESTRICCIONES Y RITMO LENTO EN LAS OBRAS
Las restricciones continúan en el recinto, donde solo se puede tomar fotografías en los lugares permitidos, en una exposición para la que muy pocos países han conseguido terminar sus proyectos, al menos en el exterior.
Entre ellos está el pabellón de Estados Unidos, diseñado para mostrar el avance tecnológico del país y con una réplica del Falcon 9.
En total son 3.344 metros cuadrados de pabellón cubierto de estrellas y con el color plateado en su exterior bajo el lema "Vida, libertad y búsqueda del futuro".
Una pasarela móvil comunicará las cuatro exhibiciones importantes del pabellón, cuyo exterior terminó de construirse en noviembre de 2020, aunque el interior aún sigue en obras.
Mientras, el espíritu humano a través de la diversidad es la clave del pabellón de Portugal, que destaca como temática "Un mundo en un solo país" y que con un balcón con azulejos típicos del país mira hacia la zona de Sostenibilidad, aunque prosigue su construcción.
Hasta el momento, Emiratos no ha informado de cómo será este gran evento, que durará seis meses y que se celebraría después de los Juegos Olímpicos de Tokio.
“Creemos que tenemos un equilibrio entre salud y seguridad para ofrecer algo excepcional”, concluye Al Ansaari.
Por Omnia Al Desoukie