La leyenda del "Hombre Verde" del oeste de Pensilvania ha persistido por casi siete décadas, relatando la historia de un misterioso hombre de piel verdosa que deambula por las noches. Sin embargo, detrás de este mito urbano, se encuentra la historia real de Ray Robinson, un hombre que sufrió un accidente devastador en su infancia y pasó el resto de su vida en las calles de Beaver County. En 1919, a los ocho años, Robinson sufrió quemaduras y desfiguraciones severas al electrocutarse accidentalmente mientras exploraba un puente ferroviario. Contra todo pronóstico, sobrevivió, aunque quedó casi ciego y con el rostro afectado.
Durante los años 50 y 60, Robinson comenzó a caminar por las carreteras cercanas, y pronto se convirtió en una figura local. Los adolescentes de la época, atraídos por su aspecto inusual, se aventuraban a buscarlo, solo para descubrir que era amable y conocedor de béisbol. Ray Robinson se ganaba la simpatía de muchos, aunque algunos lo molestaban. "La mayoría de quienes lo conocieron se daban cuenta de que era un gran tipo", comenta el historiador local Thomas White, quien sostiene que las interacciones con él solían ser memorables y revelaban su naturaleza bondadosa.
Aunque Robinson falleció en los 80, su historia se transformó con los años en un mito oscuro. Sin embargo, familiares como su sobrina nieta, Pauline LaCount, esperan que se le recuerde como un hombre amable que, a pesar de las adversidades, mostró fortaleza y empatía. "Su legado debería ser el de alguien que fue amable con todos, sin importar su apariencia", dijo LaCount.