Las legisladoras demócratas Norma Torres y Sylvia García dijeron este jueves sentirse aliviadas tras haber visitado un centro para niños migrantes en Carrizo Springs (Texas), donde pudieron comprobar que los menores duermen en literas, tienen pequeños refrigeradores en sus habitaciones y reciben atención médica.
En una rueda de prensa, Torres y García ofrecieron detalles sobre su visita del miércoles al centro de detención para menores inmigrantes ubicado en la localidad texana de Carrizo Springs, con capacidad para 900 personas y reabierto por orden del presidente, Joe Biden.
"Lo que vimos fue una clínica de atención médica que estaba abierta 24 horas al día y siete días a la semana. Vimos los dormitorios que tenían literas, un pequeño salón que compartían los niños y un baño. Tenían un lavabo y un refrigerador para que pudieran guardar su agua o los refrigerios que quieran", explicó Torres, una de las representantes del estado de California en la Cámara Baja.
Torres afirmó que los responsables del centro están teniendo mucho cuidado para evitar que se propague la covid-19, y que las habitaciones y los comedores están siendo utilizados con una capacidad reducida para evitar aglomeraciones.
Por su parte, García detalló que al llegar se realizan pruebas a los menores para ver si tienen la covid-19 y si necesitan cuidados médicos.
"Quiero decir claramente que los niños están cuidados", afirmó García, una de las representantes de Texas y cuyo distrito electoral cubre gran parte de la ciudad de Houston.
Según explicaron las legisladoras, el centro de Carrizo alberga actualmente a 750 menores varones de entre 13 y 17 años, aunque tiene capacidad para 900.
De acuerdo a sus datos, unos 108 niños han dado positivo en coronavirus entre el 22 de febrero, cuando fue reabierto, y el 24 de marzo.
Torres y García visitaron el centro como parte de una delegación formada por otros miembros del Congreso y funcionarios de la Casa Blanca.
Durante la visita, el Gobierno de Biden permitió a un pequeño equipo de televisión acceder por primera vez a un centro de menores migrantes.
La descripción de las legisladoras contrasta con las fotografías que difundió esta semana el congresista demócrata Henry Cuellar y que muestran, según él, las "condiciones terribles" en las que se encuentran miles de menores migrantes en ese tipo de centros.
Las fotografías mostraban niños y adolescentes, separados por sexos, y sentados o recostados en el piso dentro de compartimentos segmentados con plástico transparente.
Las instalaciones de Carrizo Springs están gestionadas por el Departamento de Salud y Servicios Humanos y están diseñadas para albergar a menores, al contrario que los centros de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés) que están diseñados para adultos, no para niños o adolescentes.
La migración irregular de Centroamérica a EE.UU. ha crecido en los últimos meses y ha colapsado el sistema de acogida, lo que ha provocado críticas hacia la Administración de Biden.
Gran parte de las críticas se han centrado en la situación de los menores que han cruzado la frontera en las últimas semanas y que han tenido que quedarse más tiempo del permitido por la ley en los centros de la CBP.
Según fuentes gubernamentales citadas por los medios, la CBP tiene bajo su custodia alrededor de 5.000 menores de edad, mientras que los albergues del Departamento de Salud acogen actualmente a unos 15.000 niños y adolescentes que han cruzado la frontera sin la compañía de sus padres o un tutor legal.
Lectura de 0 minutos