Líderes locales y estatales están solicitando al fiscal de distrito Stephen Zappala que cierre Oddballs, un bar en el South Side de Pittsburgh, después de que un oficial de policía se rompiera el tobillo al intentar intervenir en una pelea. La confrontación, que comenzó en el bar y se extendió a la calle, dejó al sargento Andrew Robinson herido y ahora fuera del trabajo mientras se recupera. El incidente ha encendido un debate sobre la seguridad y la responsabilidad del establecimiento.
El concejal Bob Charland, junto con la representante Jessica Benham y otros funcionarios, han criticado a Oddballs, describiéndolo como un foco de problemas recurrentes. Charland subrayó que el bar ha sido una fuente de quejas durante años, afirmando que los problemas comienzan dentro y se propagan al exterior. Por su parte, Matt Miklos, propietario de Oddballs, defendió a su negocio, alegando que se toman medidas rigurosas de seguridad y que el cierre no solucionaría los problemas en la zona.
La discusión ha suscitado una respuesta de la comunidad, con la peluquería Southside Barber Shop organizando una recaudación de fondos para el sargento Robinson. Mientras tanto, la oficina del fiscal del distrito está revisando el caso, pero aún no ha emitido una respuesta oficial. La situación refleja la tensión entre la seguridad pública y la gestión de establecimientos nocturnos en áreas concurridas.
