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Los mejores parques naturales de Pittsburgh

por Hugo Marín (hugo.marin@lamegamedia.com)


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Finalmente es verano y tras meses de encierro invernal, es momento de salir para disfrutar de la naturaleza, el aire libre y explorar lugares nuevos. La ciudad de Pittsburgh cuenta con amplias áreas verdes, estupendos parques de recreación y otros estatales que son el perfecto escape del ajetreo urbano. 

En la ciudad y fácilmente accesibles –vía transporte público o bicicleta– existen dos parques que son ideales para un hermoso pasadía. 

Frick Park, ubicado entre los vecindarios de Squirrell Hill y Swissvale, posee una vasta reserva forestal con veredas para el ciclismo y senderismo. De igual forma, Schenley Park en Oakland, cuenta con senderos, y otras amenidades para el disfrute de toda la familia. 

No obstante, si usted tiene automóvil, también puede aventurarse a conocer los parques estatales de la región, a muy corta distancia e indudablemente dignos de visitar. 

El más cercano a la ciudad es Racoon State Park. Está localizado a tan solo unos 35 minutos del centro, tomando la autopista 376 camino a Robinson o el aeropuerto. El parque es enorme en tamaño, y se caracteriza por dos atracciones principales: un sistema de senderos repletos de flores silvestres y una hermosa alberca natural, perfecta para la natación o simplemente refrescarse del calor con un buen chapuzón. 

Otra buena opción para toda la familia es visitar McConnells Mill State Park, ubicado aproximadamente a 30 millas a las afueras de Pittsburgh (por la autopista I-79), donde podrá ver un molino que cuenta con más de cien años de antigüedad, uno de los puentes cubiertos más grandes de todo el estado y millas de senderos para explorar. 

Para las personas más temerarias, el parque cuenta con grandes formaciones de altas paredes rocosas, que son utilizadas por aficionados del escalamiento y el “rappelling”. 

McConnells Mills es además hogar de hermosas cascadas, incluyendo una llamada “Breakneck Falls”, en la cual, la persona puede caminar al otro lado de la cascada y pararse justo detrás de ella. 

Si visita MConnells Mills, puede desviarse un poco y pasar por la municipalidad de New Castle. En la zona rural de ese pueblo, existen varias comunidades Amish, una subcultura estadounidense ultraconservadora, que rechaza adaptarse a la evolución social, manteniendo un estilo de vida del Siglo XVIII. 

Este rechazo a la modernidad hace que estas comunidades no utilicen vehículos de motor y enseres eléctricos, al igual que pesticidas o fertilizantes químicos en sus cultivos. Por lo tanto, en esa zona, hay establecimientos comerciales (tienditas) que venden muebles hechos por los Amish, elaborados a mano, y de alta calidad. 

De igual forma, también venden comestibles como cortes de carne, huevos, mantequilla y quesos, que son 100% orgánicos. 

Por último, aproximadamente a una hora de distancia en la I-76, al sureste de Pittsburgh se encuentra Ohiopyle State Park. Aquí, además de los senderos, la atracción principal es el río Youghiogheny. 

A pesar de que las fuertes corrientes lo convierten en uno peligroso para bañistas, el lugar es todo un paraíso para los amantes de la naturaleza.

En la entrada a estos parques estatales, hay una oficina de bienvenida, donde puede recoger un mapa y orientarse antes de la aventura. 

Los senderos y veredas son generalmente seguros y bien mantenidos, pero considerando el tamaño de estos bosques, es recomendable que los grupos se mantengan unidos para evitar separarse o perderse. 

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