Para nadie es un secreto que la pandemia del coronavirus nos ha afectado y sigue impactando en todos directa e indirectamente.
Para esta Navidad, será difícil no sentirse un poco extraño, pero hay que buscar la manera de disfrutar una temporada tan especial
Aunque el virus puede significar que la Navidad no se festeje exactamente igual en la mayoría de los hogares como solía ser en años pasado, todavía es posible ser creativo y encontrar nuevas formas de celebrar.
Para los latinos principalmente no será lo mismo, ya que siempre celebramos en grande el 24, 25, 30 y 31 de diciembre.
Aún sin saber los pronósticos o si se tendrán nuevas restricciones, debido al aumento de casos de COVID-19, casi todos planeamos hacer algo para estas fiestas…solo que esta vez hay que hacerlo con precaución.
Recordando mi Navidad
Como todos los años, los 24 de diciembre nos reunimos en casa de la abuelita.
Cada familia prepara un plato típico de la temporada y lo lleva para compartir.
Nos sentamos para entretenernos con juegos de mesa, y platicamos.
Esa misma noche vamos a casa de mis suegros, amanecemos allá y luego pasamos el 25 con ellos.
Abrimos los regalos a primera hora de la mañana, jugamos y cenamos en familia.
Un giro diferente
Todas estas actividades seguirán en nuestros planes, solo que esta vez eliminamos los abrazos y usaremos mascarillas.
Si las autoridades de salud anuncian un pronóstico diferente en cuanto al COVID-19, pues se harán modificaciones a los planes.
El Centro para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), recomienda considerar instrucciones importantes antes de realizar una reunión de personas:
-Organice actividades solo con allegados tanto como sea posible.
-Limite el número de asistentes.
-Organice todo al aire libre en vez de ambientes interiores.
-Abra ventanas y puertas para aumentar la ventilación, si las condiciones climáticas así lo permiten.
En otras familias
Para los latinos, gente alegre y de mucha chispa, tan acostumbrados a la celebración en grande con familiares y amigos, el ambiente del virus hace que planificar las próximas actividades navideñas se vuelva más complicado.
“Tenemos muchos miembros de la familia con alto riesgo porque ya tienen un cuadro clínico, y otros por la avanzada edad. Yo creo que solo vamos a hacer una cenita para nosotros en casa sin invitados, la mayoría de ellos viajan desde el interior del país, y esta vez nadie viene”, dice Eugenia Berroa, desde República Dominicana.
Mientras que otros se encuentran ausentes en sus países, no harán ningún tipo de actividad.
“Yo hasta ahorita no tengo planes de festejar nada, sí voy a comprar unos regalitos para mi gente más cercanas; tal vez si mis hijas vienen y me motivan, haga algo pequeño para nosotras, y hasta me extraña que no me han mencionado nada porque para estas fechas ya las veía muy contentas y haciendo planes [pero] este año nada ha sido igual. Es más, ni luces navideñas creo que voy a poner”, dijo María Ruiz, una mexicana que tiene varias décadas en Estados Unidos.
Es la temporada de reunirse y festejar; no obstante, el COVID-19 ha cambiado el concepto tradicional de convivencia entre familias.
Ahora se debe pensar en posponer reuniones y evitar cercanías con multitudes.
Incluso al interactuar con cualquier familiar o amigo más directo debemos tener cuidado.
