PITTSBURGH, Pensilvania — El 18 de enero, a pesar de amenazas sobre una posible tormenta invernal que azotaba la zona, una ola de enérgicos manifestantes se reunieron frente al edificio de administración para la Ciudad-Condado, y desde allí marcharon hasta la céntrica plaza de Market Square, donde la policía estimó un grupo de aproximadamente 1,000 participantes.
Utilizando pancartas y cánticos con consignas como “Construir puentes, no muros”, “Así es como se ve la democracia” y “Hola, hola, Donald Trump tiene que irse”, cientos de personas participaron en la cuarta Marcha de las Mujeres en Pittsburgh.
La directiva organizadora de Women’s March Pittsburgh, pidió a través de las redes sociales que individuos, grupos comunitarios, activistas, iglesias, líderes empresariales y organizaciones sin fines de lucro, trabajen juntos para amplificar las voces de las mujeres, las personas de color, inmigrantes y otros individuos subrepresentados en la política, o pasados por alto al momento de la formulación de leyes gubernamentales.
Al igual que otras manifestaciones similares celebradas en más de 100 ciudades de los Estados Unidos, la Marcha de las Mujeres 2020 en Pittsburgh, tuvo fuerte tono contra la administración de Donald Trump y su equipo de trabajo.
Muchos de los participantes, expresaban preocupación por el racismo, el sexismo, el acoso, al igual que comentarios y acciones discriminatorias por parte del actual presidente.
La oposición a una guerra potencial con Irán y el conflicto en otras partes del Medio Oriente también fue parte del enfoque de la marcha local este año.
Entre algunos de los políticos que dijeron presente al evento estuvo el alcalde de Pittsburgh, Bill Peduto.
También dijeron presente los representantes estatales Dan Frankel de Squirrel Hill y Jay Costa de Forest Hills, además del representante Mike Doyle y la senadora estatal Pam Iovino.
En esta cuarta edición de la marcha, la multitud era una fracción del tamaño de años anteriores, pero según publicaron en su página de internet, la participación complació a los organizadores, quienes también estimaron que entre cientos y casi 1,000 personas se presentaron para el inicio del evento en el Edificio de la Ciudad y Condado en Grant Street.
Una ligera nevada en la mañana se derritió con una lluvia persistente, que desalentó a algunos participantes, haciendo que la multitud disminuyera, unas horas más tarde en Market Square.
La Marcha de las Mujeres original, que se llevó a cabo en el año 2017, el día después de la toma de posesión de Trump, generalmente se considera como la mayor protesta en Washington desde la era de Vietnam.
Este año fue un asunto más modesto por múltiples razones, sin embargo se estima que 100.000 manifestantes se congregaron varias cuadras alrededor de Freedom Plaza, justo al este de la Casa Blanca, con una manifestación de un día.
La marcha local en sí tomó aproximadamente una hora y se movió unas cuatro cuadras al oeste a lo largo de Pennsylvania Avenue, pasando el Trump International Hotel antes de regresar a Freedom Plaza.
Manifestaciones paralelas tuvieron lugar en ciudades de todo el país, con varios miles de participantes en Los Ángeles, Denver, San Francisco y Nueva York.
