La gobernadora de Nueva York, la demócrata Kathy Hochul, firmó este sábado una ley por la que la justicia del estado considerará potenciales delitos de extorsión o coerción las amenazas de reportar a las autoridades el estatus migratorio de otra persona.
La Administración de Hochul informó en un comunicado de que quiere "proteger a los inmigrantes indocumentados" con esta medida que reclasifica legalmente esas amenazas, hasta ahora tratadas como un crimen solo en casos de tráfico laboral o sexual.
Los fiscales neoyorquinos podrán así perseguir a quien intente extorsionar a otra persona amenazándola con causar un proceso de deportación contra ella, algo que ya ocurre en estados como California, Colorado, Maryland o Virginia, de acuerdo con la nota.
Hochul destacó el "duro trabajo y determinación de generaciones de inmigrantes" y se comprometió a ayudar a quienes buscan una vida mejor para sus familias haciendo el estado "más seguro contra viles amenazas e intimidaciones".
La legislación fue aprobada por la Asamblea y el Senado estatales este verano, antes de que Hochul tomara posesión tras la dimisión del exgobernador Andrew Cuomo por un escándalo de supuesto acoso sexual, y tras su firma entrará en vigor en de 30 días.
Sus impulsoras, la senadora Anna Kaplan y la asambleísta Michaelle Solanges, aplaudieron en ese mismo comunicado que el estado actualice sus normas para proteger mejor a sus residentes indocumentados.
"Para un inmigrante indocumentado que huyó del peligro en su país de origen, ser reportado al ICE (Servicio de Inmigración y Control de Aduanas) puede ser una sentencia de muerte, pero tristemente demasiada gente está dispuesta a aprovecharse de nuestros vecinos más vulnerables", dijo Kaplan.
"Las amenazas arbitrarias de deportación son extremadamente perjudiciales para los neoyorquinos que intentan alimentar a sus familias y dar a sus hijos una vida mejor, y estamos con ellos hoy y siempre", agregó Solanges.
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