PITTSBURGH, Pensilvania — Uno de los principales mecanismos para movilizarse en nuestra ciudad de acero es a través de los autobuses públicos que opera Pittsburgh Regional Transit (PRT), servicios que pagamos con nuestros impuestos. No obstante, mientras va pasando el tiempo el sistema en vez de mejorar, empeora.
Esta es la razón que hoy me motiva a exponer la realidad en este artículo, además de algunos consejos para evitar que otros usuarios hispanos enfrenten tantos problemas.
Aunque la oferta de rutas podríamos decir que es buena, la frecuencia de las unidades no es ni cerca de ser aceptable, teniendo incluso que esperar hasta 40 minutos entre buses en zonas alejadas.
Definitivamente, es algo ilógico, porque en esas regiones apartadas es fundamental el servicio. Y si, por alguna razón, usted pierde el bus, no habrá opción de llegar temprano. Tendrá que esperar más de media hora.
Otra de las grandes falencias que se percibe es lo antiguo que son los buses, teniendo sistemas tan obsoletos que ni siquiera le permiten pagar con su propia tarjeta de banco. Obligatoriamente, debemos tener una tarjeta del servicio, algo que no sucede en ciudades más actualizadas.
Por otro lado, al ser tan viejas las unidades de transporte, tienen un diseño “vintage” que no ayuda en nada a la comodidad. En cuanto a seguridad, hay ventanas que se abren repentinamente sin posibilidad de cerrarse.
Con sus asientos de tela, los olores son a veces nauseabundos; se deben revisar porque están muy sucios. El piso mantiene residuos que pueden durar semanas sin una cuidadosa limpieza.
Esto es algo preocupante, ya que muchísimas personas utilizan estos servicios y se pone en riesgo la salud de los usuarios.
Sabemos que es un servicio necesario y esperamos que mejore en sus condiciones, pero –por el momento– aquí comparto mis sugerencias de usuario para no sufrir demasiado.
- No confíe en el GPS: A veces depositamos toda nuestra fe en el servicio de rastreo de las unidades para llegar a las paradas, pero fallan más de lo que aciertan. Vaya con tiempo a su parada y espere. Si demora mucho tome otra ruta.
- Use la app de PRT: Con ella podrá comprar sus pasajes, ver los tiempos y el camino de su bus. Tiene una opción pagada que da más precisión, pero no lo recomiendo.
- Revise el bus en el sentido opuesto a su ruta: A veces viendo el sentido contrario de su bus, usted podrá ver con antelación cuando termina esa ruta y cambiar a la suya. Aquí todos los buses dan vueltas en sus mismos caminos.
- Siéntese en los puestos de atrás: Cuentan con espacio para estirar un poco más las piernas.
El sistema de comunicación con el servicio al cliente o alguna persona responsable de la entidad es muy complicado. Sobre el tema en cuestión, La Mega Nota intentó conseguir una respuesta de PRT a través de redes sociales y contactos de prensa en internet, pero nunca fue recibida.
Esto nos pone a pensar que si es tan difícil en gestiones de prensa, solo imagínense para un usuario promedio.
Espero que estos consejos le sirvan y ayuden a sobrellevar un poco más su ruta en el bus. También que PRT tome medidas e invierta en un mayor número de buses, más limpios y cómodos.
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*Este artículo de opinión se basa en las experiencias personales diarias de su autor, Angelo Cavicchioni, utilizando las rutas de transporte público regional que opera Pittsburgh Regional Transit (PRT). (La Mega Nota/Angelo Cavicchioni)
