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Educacion

Padres vigilantes del aprendizaje y el comportamiento

por Yahaira Webber (yahaira.webber@lamegamedia.com)


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El año escolar 2021-2022 inicia después de una temporada difícil provocada por la pandemia del COVID-19. 

Aunque todavía persiste el miedo –sobre todo por las nuevas variantes y que los menores de 12 no pueden ser vacunados– maestros y alumnos regresan a sus jornadas académicas regulares con gran entusiasmo.

Siguiendo las técnicas de la enseñanza presencial, los docentes se enfocarán en experiencias de aprendizaje basadas en la participación e interacción dentro del aula de clases.

Sin embargo, los padres necesitan vigilar ese proceso, considerando también destrezas y comportamiento para asegurar que sus hijos avancen exitosamente.

De acuerdo a la Guía de Padres Involucrados en la Salud Escolar, elaborada por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC), los Centros Nacionales para la Promoción de la Salud y Prevención de Enfermedades Crónicas (NCCDPHP) y la División de Adolescentes y Salud Escolar (DASH), los niños y jóvenes “están estableciendo patrones de comportamiento que afecta tanto a su salud actual como en el futuro, corriendo el riesgo de consumir tabaco, alcohol u otras sustancias, participar en actividades de violencia o pandillas e iniciar la vida sexual a una edad temprana”.

El documento deja claro cómo, las investigaciones demuestran que cuando los padres se involucran activamente en la vida escolar de sus hijos, esto se convierte en un factor de protección prometedor porque “la participación de los padres en las escuelas está estrechamente vinculada a un mayor rendimiento académico y de habilidades, así como un mejor comportamiento e interacción social de los estudiantes”. 

Explican también que “el creciente cuerpo de investigación demuestra que la mejora de esos factores protectores en la vida de niños, niñas y adolescentes puede ayudarles a evitar comportamientos que los pongan en riesgo de resultados adversos para la salud y la educación”.

A continuación se comparten algunas recomendaciones de esta guía:

  • Padres/guardianes que se involucran en las escuelas ayudan a promover un efecto positivo en el comportamiento  de niños y adolescentes. 

  • Alumnos que se sienten apoyados por sus padres son menos propensos a experimentar angustia emocional, desorden de alimentación, considerar o intentar suicidarse, o desvincularse de la escuela y el aprendizaje.

  • Cuando los padres/guardianes se integran a la escuela como voluntarios, es posible que influyan en la prevención de problemas como el tabaquismo y el uso de drogas.

  • La intervención de padres/guardianes ayudará en la motivación de los niños/jóvenes para que se comprometan con actividades, deportes y estilos de vida más saludables.   

Pero, ¿cómo logran los padres entrar de lleno a la escuela?   

“Para aumentar la participación de los padres/guardianes en la salud escolar, los planteles deben garantizar un puente de conexión positiva con ellos. También necesitan facilitar una variedad de actividades y frecuentes oportunidades para involucrarlos plenamente; un compromiso que se logra abordando los retos y desafíos comunes [del entorno de aprendizaje]”, recomiendan los expertos autores de esta guía. 

 



 
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