PITTSBURGH, Pensilvania — La historia del Titanic es mucho más interesante de lo que usted imagina. Abarca sueños, avances tecnológicos, diferencias socioeconómicas, romances y –por supuesto– una gran tragedia.
Con el pasar del tiempo se ha intentado que no se olviden esos acontecimientos, buscando acercar a las personas y a las nuevas generaciones.
Este es el objetivo principal de la exhibición de artefactos del Titanic, que se encuentra en el Carnegie Science Center y estará en Pittsburgh hasta el 15 de abril. Los boletos cuestan $20 (entrada general), $16 (niños) y $18 (adultos mayores).
La experiencia que se percibe es totalmente cautivadora. La primera interacción de la exposición es un pase de abordaje que se incluye con la entrada, allí tendrá un nombre y una pequeña historia de uno de los pasajeros, que al final del trayecto podrá buscar y conocer bien.
Al ingresar, le retratarán en la proa del barco, tal como en la película de Leonardo DiCaprio y Kate Winslet en 1997, una imagen que –sin obligación– usted podrá comprar al final del recorrido.
Luego, casi por orden cronológico le explicarán –con fotos, videos y más de 154 materiales extraídos del mismísimo Titanic, hundido en las profundidades del mar– cómo se construyó, la magnitud del proyecto y lo que representaba para los ciudadanos de la época.
Al continuar, se aprecian objetos muy particulares que existían en las diferentes divisiones del barco y varían dependiendo del poder adquisitivo, además de los camarotes donde descansaban los viajeros y las salas de máquinas mostrando cómo alimentaban a esa gigantesca creación.
Posteriormente, debe prepararse porque se adentrará en los detalles de la tragedia. Frases icónicas que rememoran ese momento e incluso la recreación del iceberg, donde los más pequeños disfrutan tocándolo y tomándose fotografías.
Todo finaliza con un resumen de nombres y podrá confirmar si sobrevivieron o no.
Es una experiencia que remueve las fibras más sensibles de los asistentes y deja una especie de reflexión sobre la fragilidad de la vida, incluso cuando se piensa que algo pueda ser “imposible”, pero todo puede cambiar en un segundo.
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FOTO: (La Mega Nota/Angelo Cavicchioni)