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Precaución con un virus persistente

por Yahaira Webber (yahaira.webber@lamegamedia.com)


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Días de verano, convivencia social restringida, mascarillas en el rostro, envases de gel o aerosol desinfectante (en el carro, bolsillos, cartera), la obligación mental permanente de no olvidar lavarse las manos con agua y jabón por más de 20 segundos, limpiar todas las superficies, artefactos e implementos que se tocan y guardar la distancia, son ahora rutinas “naturales” en el quehacer cotidiano de esta temporada típica por el calor, la brisa y las vacaciones. 

Y aunque todo parece que vuelve a la “normalidad”, con la gente otra vez comprando en los centros comerciales, visitando sitios de recreación, piscinas, restaurantes, bares y casinos, es importante recordar que Ohio, Pensilvania, Estados Unidos, Latinoamérica y resto del mundo siguen bajo declaración de pandemia.

Es un virus persistente para el que todavía no existe vacuna, por lo tanto hay que continuar tomando todas las medidas de precaución recomendadas por los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC).

Entonces, ¿cómo cuidarse bien ahora que todo está volviendo a la “normalidad”? 

Los CDC recuerdan prestar atención a los síntomas, que pueden aparecer entre 2-14 días después de la exposición al virus. 

-Fiebre o escalofríos, fatiga, tos, falta de aliento o dificultad para respirar. 

-Dolor de cabeza, de garganta y pérdida de sabor u olor. 

-Congestión o secreción nasal, náuseas o vómitos y diarrea. 

Para aquellas personas que deben cuidar a un familiar enfermo con COVID-19 en su hogar o en un entorno que no es de atención médica, siga estos consejos de protección para usted y los demás. 

-Aprenda qué hacer cuando alguien tiene síntomas de COVID-19 o cuando ya ha sido diagnosticado con el virus. 

-Esta información también debe seguirse cuando se atiende a personas que dieron positivo, pero no muestran síntomas (asintomáticos). 

-Los adultos mayores y las personas de cualquier edad con afecciones médicas preexistente tienen un mayor riesgo de desarrollar una enfermedad más grave por COVID-19. 

-Para estos pacientes se debe llamar al médico tan pronto como comiencen los síntomas. 

-Siempre protéjase cuando cuida de alguien enfermo con COVID-19.

No olvide que el virus se propaga entre personas que están en contacto cercano (dentro de seis pies) a través de gotitas respiratorias, creadas cuando alguien habla, tose o estornuda. 

-El cuidador, cuando sea posible, no debe ser una persona con mayor riesgo de enfermedad grave por COVID-19. 

-Trate que el enfermo use un dormitorio y baño separados. 

-Desígnele su propia “habitación para enfermos” o acondicione un área lejos de los demás. 

-Trate de mantenerse al menos a seis pies de distancia de la persona enferma. 

-Si tiene que compartir espacio, asegúrese de que la habitación tenga un buen flujo de aire.

Abra la ventana y encienda un ventilador (si es posible) para aumentar la circulación de aire. 

-Evite las visitas innecesarias. 

El hecho de enfrentar una situación de contagio por COVID-19 en casa puede resultar abrumador, por lo que es necesario considerar algunas recomendaciones generales de la Asociación Estadounidense de Sicología (APA, por sus siglas en inglés).  

-Equilibre el cuidado de usted y su ser querido. 

-Tómese el tiempo para pensar en su propia salud física y psicológica. 

-Identifique cuándo comienza a sentirse sobrecargado. 

-Busque ayuda cuando así lo necesite.



 
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