Una dura realidad que enfrenta la fuerza laboral hispana inmigrante en este país se basa en un trato –negativamente– desigual por parte de sus patronos con relación a otros empleados. Ya sea motivado por racismo o por avaricia, el trabajador y la trabajadora latina son un grupo desproporcionadamente vulnerable a un fenómeno que sucede con más frecuencia de lo que se imagina.
La barrera del idioma, desconocimiento de la cultura estadounidense y el estatus migratorio son algunos de los factores que le hacen susceptibles a abusos laborales que pueden manifestarse de varias formas como el robo o retención de salarios, trabajo excesivo, acoso sexual, discrimen racial, despidos injustificados y hasta ataques verbales, por solo mencionar algunos.
Sin embargo, si usted está atravesando algún tipo de crisis en su lugar de trabajo, sepa que el programa EMPLEO le ofrece una mano amiga dispuesta a ayudarle en español, gratis y sin importar su situación migratoria.
Establecido oficialmente en el 2004, EMPLEO es una alianza entre varias organizaciones comunitarias que –en colaboración con agencias municipales, estatales y federales, al igual que con consulados de México y otros de Centroamérica– ofrecen orientación y asistencia sobre asuntos relacionados al sector laboral latino.
De acuerdo con información suministrada por la agencia, EMPLEO busca atender las preocupaciones de personas inmigrantes recién llegadas que no conocen sus derechos laborales en los EE. UU. Comprendiendo las complejidades interagenciales, se enfocan en simplificar los procesos para que el individuo obtenga toda la ayuda que necesita en un solo lugar.
Según detallan los datos suministrados, un problema recurrente –y preocupante– son las violaciones relacionadas al salario como el pago adecuado de horas extras (que es todo tiempo trabajado que sobrepasa el total de 40 horas en una semana) y los casos de empleados que reciban menos del salario mínimo federal.
El Departamento del Trabajo de los EE. UU. tiene una división dedicada específicamente al tema de salarios, haciendo cumplir la Ley de Normas Laborales Justas (FLSA, por sus siglas en inglés) que cobija a todos los trabajadores, independientemente de su estatus migratorio.
La FLSA incluye a indocumentados y garantiza la igualdad de condiciones para todos los empleados.
Muchos trabajadores vulnerables también tienen miedo a que la radicación de una querella relacionada a problemas de seguridad, salario o de salud en el sitio laboral pudiera resultar en un despido. No obstante, si lo hace a través de EMPLEO, el proceso se llevará a cabo por medio de una agencia capacitada para investigar su situación mientras a la vez se le protege contra cualquier acto de represalia.
El programa EMPLEO cuenta con voluntarios que hablan español, adiestrados por las organizaciones asociadas con el poder y los recursos para brindar ayuda a los trabajadores.
El abuso laboral contra hispanos puede ocurrir en cualquier entorno, sucede en el sector agrícola, de construcción e industrial, al igual que en restaurantes, almacenes y centros de llamada. Si usted o alguien que conoce necesita apoyo, no dude en llamar al 1-877-55 AYUDA (1-877-522-9832).
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Estadísticamente, los empleados hispanos en el sector de la agricultura son de los más explotados por malas prácticas patronales. El programa EMPLEO protege los derechos del hispano sin importar su estado migratorio. En la foto agricultores latinos en una granja de repollo en Ohio. (CC/Rob Jagendorf)
