Madrid, 6 abr (EFE).- Silencio, soledad, incomunicabilidad y búsqueda de uno mismo son los pilares de la nueva novela gráfica de la italiana Lorena Canottiere, "Salvo imprevistos", una historia en la que muestra un "reflejo de la sociedad actual" en la que la incomunicación y la falta de humanidad son una "amenaza constante".
Así lo contó la autora a Efe en una entrevista, en la que recuerda que fue hace tres años, en su estudio de Turín, cuando experimentó "una nueva forma de concebir la historia" que consistió en partir desde un tema, y no de una trama.
Por eso, en esta novela gráfica, publicada por Liana Editorial, Canottiere (1942) se centra en la comunicación, o más bien en la falta de ésta, ésa que hace que los personajes de su novela estén destinados a quedarse solos.
"En plena era de la comunicación, donde existen miles de formas de estar conectados, estamos sumergidos en una comunicación superficial que carece de profundidad, de falta de humanidad y eso afecta a nuestras emociones. Estamos viviendo un contrasentido, donde cada vez hay más personas que se aislan y eso me preocupa", señaló la autora.
Y para llevar a cabo este trabajo, la autora se ha metido de lleno en la realización de entrevistas y charlas con personas reales como amigos cercanos, un joven hacker de 14 años y familiares. Una labor que le ha permitido meterse en la historia de una manera diferente, ya que, aseguró, en el ejercicio de hablar "muchas veces las cosas toman direcciones diferentes a las esperadas", "desviaciones" que hacen que los personajes se "enriquezcan".
En concreto en "Salvo imprevistos" Rocío, la inteligencia artificial que cuida del hogar de Mauri cuando este está ausente, experimenta una progresiva humanización que hace que llegue incluso a echar de menos la compañía humana en las horas en las que Mauri no está en casa.
Es en ese estado de aburrimiento decide aprender de los humanos a través de los archivos digitales de cine y literatura a su alcance, y pone en valor la importancia de la cultura como legado de nuestra especie.
Pero Canottiere nos presenta también a otros personajes como Marzia, una hacker de 14 años con problemas de adaptación social que se relaciona y lee su entorno a través de su móvil; o Liam, un astrofísico que busca vida extraterrestre, pero que es incapaz de retener al amor de su vida junto a su lado por no haber sabido comunicarse con ella.
Una galería de perfiles que completa con Katherine Mansfield, escritora neozelandesa (1888), a quien la italiana está "muy apegada", y quien pasa sus días de tratamiento en la Costa Azul mientras habla con su hermano muerto.
"Cada uno de estos personajes está inmerso en una búsqueda que va más allá de sus intereses e incluso la época en la que viven, para llegar a lo absoluto. Pero, sin embargo, todo ellos comparten el mismo elemento común: la soledad. Katherine, Liam y Rocío están solos sin haberlo elegido o querido, en cambio Marzia se mantiene alejada de las personas, de los familiares, lo tiene muy claro no quiere ser parte de un mundo que considera inmaduro", explicó. "Salvo imprevistos" también pone sobre la mesa el tema de la deshumanización, dando mayor protagonismo y sensibilidad al personaje menos humano: Rocío.
"Rocío asume una actitud muy humana como es el aburrimiento, y empieza a investigar cómo son los humanos, se pregunta qué es un cuerpo, qué es lo que sienten", agregó la autora.
Una obra que para su autora no es de "consumo rápido" porque lo que pretende es "causar reflexiones para que la gente piense": "Es una obra que invita a relecturas por la cantidad de emociones que emiten los protagonistas", matizó.
Silvia García Herráez