CLEVELAND, Ohio — La muerte de George Floyd en manos de la policía de Minneapolis, el pasado 25 de mayo, fue la gota que rebalsó el vaso de la indignación de la comunidad afroamericana estadounidense.
El país y el mundo fueron testigo del asesinato de Floyd en manos de un policía de la ciudad de Minneapolis, gracias a un video tomado por una persona que presenció el hecho. Esta fue la prueba visual del abuso al que, día a día, está sujeta la comunidad negra estadounidense.
La historia nacional está manchada con más de 400 años de opresión sobre la comunidad afroamericana, remontándose a la esclavitud, pasando por Jim Crow y continuando con el sistema de justicia que tiende a dar sentencias más duras a las personas de color comparadas a los mismos crímenes de sus pares blancos.
La comunidad negra continúa siendo objeto de discriminación, abuso y muerte de manos de las autoridades policiales en todas las ciudades de los Estados Unidos y hoy dicen ¡basta!
Las protestas que han surgido en las últimas horas en todo el país son organizadas por varios grupos antirracistas, incluso “Black Lives Matters (BLM), cuya misión es erradicar la supremacía blanca y construir el poder local para intervenir en la violencia infligida a las comunidades negras por el Estado y los vigilantes”
En sus plataformas, BLM, invita a la comunidad negra y quienes sean aliados a la causa, a protestar pacíficamente.
A pesar de ello, lo que comenzó como demostraciones pacíficas e increíblemente numerosas de personas de todas las razas unidas en una misma voz de “sin paz no hay justicia”, muchas de estas protestas culminaron en noches cargadas de violencia por parte de personas que se cree, podrían ser infiltrados, en su mayoría blancos de otras ciudades.
La destrucción de vidrieras de comercios privados y carros de policía, empañaron el verdadero sentido de un movimiento que no dejará de luchar “hasta que todas las vidas de las personas negras importen”.
