CINCINNATI, Ohio — Durante un mes, el Peaslee Neighborhood Center, en el reconocido vecindario Over-the-Rhine, se convirtió en una galería para admirar distintas manifestaciones y expresiones de arte que apelaban a la justicia social, el derecho de las comunidades indígenas, la conservación de la naturaleza y alto a la separación de familias inmigrantes.
Piezas llenas de color y folclore –como aquellas de la artista chilena Karimen Danilla– mostraron la belleza de la población Aymara sudamericana.
Mujeres –con sombreros y largos cabellos trenzados– trabajando extensos campos de flores inspiraron “Chambeando” y hombres muy bien abrigados tocando las tradicionales flautas –de madera, caña o bambú– motivaron “El Pastor”.
Árboles copados de hojas rosadas y florecidos cactus, plasmaron en óleo sobre tela, la fascinación de la mexicana Lucía del Bosque por la naturaleza en contraste con paisajismo urbano.
“Nopal Mexicano”, “Big Ban”, al igual sus ya conocidas “Vida en Armonía” y “Mundo Al revés” se contemplaban en una pared con otras de perspectiva citadina.
“Ciudad de Ensueño” mostró –en tonalidades rojizas sobre fondo blanco– una metrópolis con ilusión de sombra y reflejo.
De la serie “Patrimonio Hispano”, los pintores ecuatorianos Luis y Fernando Benavides exhibieron, entre varias obras, “Cúpulas Patrimoniales 3”, “Manos de Forja”, “Danzante” e “Inca Peruano”.
La mexicana Nancy Castillo sorprendió con trazos en alto relieve, cuyas pinturas literalmente se salían de cada cuadro.
Una representación de trajes folclóricos femeninos, hacían sentir tan real el movimiento de las faldas al bailar y la imagen transportaba a un escenario musical del Jarabe Tapatío.
El “efecto sobresaliente” imponía su atractivo visual en la simple envoltura seca de la mazorca del maíz.
Ese mismo material usado para tamales, es la materia prima en el arte de Castillo.
Pedro Moreno –pintor boliviano que recientemente protagonizó una portada de AC&O– también integró el grupo de talento en esta exhibición de arte iberoamericano.
Sus músicos con instrumentos de viento, rostros pensantes y detalles prehispánicos cubrieron la otra pared del centro comunitario, donde también reposaba un extraterrestre en un quirófano recreado, además de la obra maestra “Trumpkenstein”, pintada exclusivamente en esta exposición de arte inmigrante, para reflejar la cruel realidad de las familias separadas y niños “enjaulados” en centros de detenciones tras las duras políticas del presidente Trump.
Frutas en blanco y negro, manipuladas con detalles a color, mostraron el contraste de las eras fotográficas, en un “Jardín Digital”, de acuerdo a la imaginación de la artista Erika Allen
Los escritores Víctor Vélez, de Puerto Rico y Luz Villeda, de Guatemala llevaron sus libros.
Vélez compartió su recopilación bibliográfica de más de una década en Cincinnati.
“Conga Blues” y “A Quest for Answers” son algunas de estas.
Luz Villeda anunció su próxima obra “Verte Feliz”, la primera en español, a publicarse en enero de 2020.
La segunda exposición de arte inmigrante fue organizada por el Centro de Trabajadores de Cincinnati, gracias al esfuerzo de Jorge López.
Estudiantes de escuelas secundarias y representantes de organizaciones locales también visitaron la galería.
“Fue una iniciativa que nos llenó de satisfacción porque jóvenes alumnos de ciudades vecinas tuvieron la oportunidad de aprender y tener una experiencia interactiva con el arte iberoamericano. La exhibición fue bien acogida por parte de la comunidad y ya tenemos solicitud de participación de varios nuevos artistas para la tercera versión en el otoño de 2020”, dijo Jorge López.