Madrid, 3 mar (EFE).- Fernando Trueba compite en los Goya 2021 con "El olvido que seremos", una película basada en la novela homónima de Héctor Abad Faciolince, con la que Colombia busca el premio a la mejor película latina del año; una situación "rara" para el director español, que opina que "creamos barreras donde no las hay".
"Es lo que tiene el tema de las nacionalidades, que creamos barreras donde no las hay y creamos fronteras donde lo único que hay es campo", dijo a Efe el cineasta, ganador del Óscar por "Belle epoque" (1994), y autor de una veintena de largometrajes, con seis premios Goya de doce veces nominado.
Es la primera vez que un director español compite por un Goya latino, pero no la primera que Trueba se "sale del carril". Con "Chico y Rita" (2011) compitió por el Goya a mejor cinta de animación, y ganó.
Pero ser candidato por Colombia impide, por ejemplo, nominar a sus actores, incluido Javier Cámara, inmenso en el papel del padre del escritor.
Porque la película, al igual que el libro, narra la vida de la familia de Abad Faciolince, desde que él era un niño pequeño, hasta la muerte de su padre, asesinado en pleno centro de Medellín.
"Ha sido muy bonito hacerla -resumió Trueba-, he disfrutado mucho trabajando con los actores colombianos, con los niños. Recrear la vida de esa familia, todo el mundo hablando a la vez, el amor, el cariño que había en esa casa, darle vida a las cosas... Eso es lo más emotivo del cine -apunta-. El paréntesis entre 'acción' y 'corten', esa magia. Y conseguir que vuele, que lo que contemos tenga verdad, poesía, magia, humor, miedo".
Trueba conocía la novela desde su publicación en 2005; la había regalado a muchas personas que le importaban, su madre entre ellas, porque le había "tocado mucho".
"Cuando viajaba y lo veía en las librerías del mundo, traducido a otros idiomas, lo compraba para regalar a esos amigos muy íntimos a los que solo le regalas un libro especial", contó a Efe en su casa de Madrid, su precioso jardín destrozado por el paso de la borrasca Filomena.
Y cosas "absurdas" que pasan, añadió, años después le propusieron hacerla. "Yo respondí que aquello no se podía hacer", dijo muy serio, pero después, afortunadamente, cambió de opinión: "Sí -reconoció-, estoy muy feliz de haberlo hecho".
"Tuvimos la suerte de acabar la peli justo antes del cierre por la pandemia; lo teníamos todo previsto para (estrenarla en) Cannes", pero no pudo ser. Ahora, espera llevarla a salas el mes de mayo.
Tanto su esposa, la productora Cristina Huete, como él, son "personas de riesgo" y se cuidan mucho en estos meses complicados de coronavirus. Confía, no obstante, en que los cines "vuelvan a estar llenos como antes", aunque ya se sabe, dijo el director de "La niña de tus ojos" (1998), que "siempre hay gente que se queda en casa viendo la tele".
A Trueba le "encanta ir al cine" hasta el punto de que, en su casa, las películas se "proyectan" (real, con un proyector). "Es que si no, no la veo", enfatizó, y comentó que "cuando una película empieza, es sagrado". Y no se mueve hasta que acaba: "Respiro lo justo, y sin hacer ruido. Sin interrupciones, ni teléfono, ni coger una cerveza".
Nada de tele. Las plataformas no le han tentado: "No sé lo que quieren, ni si les interesa realmente el cine. No he tenido relación con las plataformas ninguna, es como que vivimos en mundos separados, pero no extrañaría que coincidiéramos en algún momento", dijo, porque "son ellos los que deciden 'casi todo' lo que se hace".
"El distribuidor independiente de cine, tal y como lo conocíamos, ha desaparecido, ahora son empleados de las televisiones y de las plataformas", consideró.
De hecho, es su mujer quien ve tele en streaming y le informa de lo que hay. "Sé que hay muchas cosas muy buenas, ella me lo cuenta, pero a mi me gustan las cosas que empiezan y acaban", insistió.
Sigue trabajando en su último proyecto, una nueva cinta de animación para adultos, "They shot the piano player", de nuevo con Javier Mariscal, también con la música como base, que sigue la vida de un pianista brasileño secuestrado y asesinado en el golpe de estado en Argentina.
Y, para estar informado, sigue leyendo prensa escrita a la que está abonado -cita los periódicos internacionales de mayor prestigio-, y otros, se los compra a su quiosquero Santi, que también es, como él, un entendido de jazz.
Ni redes, ni televisión ni teléfono, que no le gustaban "ni de niño".
"Estoy todo el día escuchando música: por ejemplo, el jazz de este año es maravilloso, los músicos no han dejado de componer".
Sobre la vida que llevamos, Trueba cree que "salvo los accidentes de la naturaleza, todo lo que nos pasa nos lo hemos buscado", y añadió que él es un hombre de "pasado", porque el futuro "no sabe lo que es" y el presente "pasa tan rápido, que no da tiempo".
Alicia G. Arribas