El antiguo refrán “nunca digas, de esa agua no beberé” parece ajustarse a la reciente confirmación del mismo presidente de los Estados Unidos al revelar que tanto él como la primera dama, Melania Trump, habían dado positivo por el coronavirus.
Durante meses, Trump ha minimizado la gravedad del virus y de hecho, horas antes de su diagnóstico, el jueves 1 de octubre, dijo a una audiencia que “el fin de la pandemia estaba a la vista”.
El mandatario permanecerá en cuarentena en la Casa Blanca por un período de tiempo no especificado, obligando a que abandone –al menos temporalmente– la campaña electoral.
La sorpresiva revelación se produjo en un mensaje de Twitter poco antes de la 1 a.m., después de una noche de suspenso porque su asesora, Hope Hicks, había dado positivo.
La Casa Blanca no ha detallado al público por cuánto tiempo Trump permanecerá en aislamiento, pero ha cancelado sus planes de volar a Florida para una concentración política programada.
Durante meses, Trump se ha negado a utilizar una mascarilla en público y hasta ha cuestionado su efectividad.
Tan reciente como el pasado martes, durante el debate de candidatos en Cleveland, se burló de Biden por usar una.
“No llevo mascarillas como él”, dijo el presidente, en tono de burla. “Cada vez que lo ves, tiene un cobreboca”.
