Nueva York, 6 abr (EFE).- El artista salvadoreño Guadalupe Maravilla, que cruzó la frontera de EE.UU. con solo ocho años huyendo de la guerra civil en su país, está ahora ayudando a sanar el trauma de los indocumentados que residen en Nueva York, un esfuerzo que ha quedado plasmado en una nueva exposición en el Museo de Brooklyn.
"Si uno tiene un tipo de trauma y no se sana o no empieza a trabajar en sanarlo, se convierte en una enfermedad", explicó a Efe Maravilla, rodeado de algunos de los llamativos artefactos que ha creado para ayudar a los inmigrantes a curarse.
Entre ellos, "Disease Thrower #0" (Lanzador de enfermedades), una escultura que se asemeja a las enormes mandíbulas de un dragón, que guarda en el fondo de su boca un gong que utiliza para crear vibraciones y frecuencias que eliminan toxinas del cuerpo.
En otra pieza similar, "Disease Thrower #12122012", el artista utiliza esponjas naturales, madera, cenizas ceremoniales y otros objetos de su migración original hacia EE.UU, acompañados también por un gong, que tiene el mismo propósito sanador.
Maravilla (San Salvador, 1946) desarrolló este método después de que, como consecuencia de su trauma en su proceso de emigrar a EE.UU. siendo un niño y sin la compañía de sus padres, desarrolló un cáncer que le fue diagnosticado a los 36 años, afirma.
"Toda la gente de mi comunidad, de mi familia, tiene este tipo de enfermedades porque tienen esos traumas y nunca han tenido el dinero para pagar terapias, para ir al médico. ¿Cómo se van a sanar?", planteó Maravilla, que además de esta exposición en el Brooklyn Museum tiene otra en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MoMA), centrado en enfermos y supervivientes de cáncer.
"Cualquier persona que cruza la frontera y viene escapando de la violencia en nuestros países tiene que aprender a sanarse por sí mismos, y son las herramientas que yo enseño", explicó.
Maravilla, que se inspira en la civilización Maya, aclara que no cree que "vaya a sanar a alguien con una escultura, un gong, o una varita mágica", sino que enseña que "cada uno es su propio sanador", y que hay "miles de técnicas para curarse a uno mismo", dependiendo de la situación de cada uno.
Junto a sus esculturas, el salvadoreño, que se ha convertido en el primer artista de Centroamérica en contar con una exposición en solitario en el Museo de Brooklyn, también muestra el vídeo de una actuación en las calles de Nueva York con jóvenes que acababan de salir de centros de detención de inmigración de EE.UU., así como tradicionales retablos que reflejan su proceso de sanación.
La exposición, que podrá verse a partir de este viernes, forma parte del programa cultural internacional "Mindscapes", con el que se trata de poner de relieve la importancia de la salud mental, y que es apoyada por la fundación británica Wellcome Trust.