La Corte Suprema de los Estados Unidos ha dictaminado hoy que la administración Trump no puede llevar a cabo su plan para cerrar el programa de Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA), que ha permitido, a casi 800,000 jóvenes, conocidos comúnmente como “DREAMers” o “Soñadores”, evitar un proceso de deportación y así permanecer en los Estados Unidos.
El presidente del Tribunal Supremo, John Roberts Jr. basó el fallo de 5-4, en que la administración Trump y su gobierno no ofrecieron una justificación adecuada para finalizar el programa y que el incumplimiento violó la ley federal conocida como la Ley de Procedimiento Administrativo.
La Casa Blanca tiene aún la posibilidad de intentar revocar la decisión, si pueden presentar una explicación más detallada.
Sin embargo, expertos entrevistados no prevén que el gobierno continúe la pugna, dado que es año electoral y una acción como esa podría afectar negativamente una campaña política.
“Aquí la agencia no tuvo en cuenta los problemas conspicuos de si se debe mantener la medida y qué hacer (si hay algo que hacer) sobre las dificultades que enfrentan los beneficiarios de DACA”, escribió Roberts. “Esta doble falla, plantea dudas sobre si la agencia apreció el alcance de su discreción o si ejerció esa discreción de manera razonable”.
La decisión representa una derrota legal para el presidente Donald Trump en relación a sus políticas de inmigración, que ha sido tema principal de su agenda nacional.
El fallo –considerado como una victoria para la comunidad inmigrante– llega justamente después del octavo aniversario del anuncio oficial del programa implementado por el expresidente Barack Obama como amparo temporal para evitar la deportación de jóvenes soñadores, quienes fueron traídos a Estados Unidos por sus padres cuando eran niños.