Harare, 26 mar (EFE).- Los zimbabuenses depositaron hoy sus votos en cientos de colegios electorales en todo el país en unas elecciones parciales que se presentan como la antesala de los comicios presidenciales previstos para el próximo 2023.
La baja participación ensombreció unas elecciones en las que los ciudadanos deben escoger 28 escaños del Parlamento -compuesto por 270 miembros- y 105 de las cámaras locales y que las restricciones por la pandemia de la covid-19 impidieron celebrar hasta ahora.
Los puestos se encuentran vacantes por la muerte de algunos de los diputados o su destitución por luchas internas en el seno de la oposición.
A media mañana, tras la apertura de los colegios a las 07.00 hora local (05.00 GMT), había más policías custodiando el centro de votación instalado en la Escuela Primaria Avondale en Harare, que personas dispuestas a votar.
En la segunda ciudad del país, Bulawayo, la lluvia de madrugada pareció también diluir el entusiasmo de los votantes para depositar sus sufragios en varios municipios de la urbe.
Se trata de la primera prueba electoral para el principal partido opositor, Coalición de Ciudadanos por el Cambio (CCC), una nueva formación surgida de la refundación de la antigua Alianza del Movimiento por el Cambio Democrático (MDC), después de que se desataran luchas internas por el poder en el seno del partido tras la muerte en 2018 de su fundador, Morgan Tsvangirai.
En declaraciones a los periodistas, el líder de la CCC, Nelson Chamisa, dijo que la baja participación era "preocupante" y culpó a la Comisión Electoral de Zimbabue (ZEC, por sus siglas en inglés) de "alimentar el cinismo de los votantes".
"La ZEC está, literalmente, promoviendo la apatía, asegurándose de que la gente esté frustrada, que la votación sea reprimida y que las personas sean rechazadas", declaró a la prensa Chamisa tras votar en la barriada de Kuwadzana, en la capital.
La ZEC ha sido acusada de no hacer suficiente para impulsar el registro de votantes, habiendo registrado solo 3000 nuevos votantes en todo 2021 y solo alrededor de 50.000 en una campaña lanzada en febrero.
La campaña electoral para estos comicios se ha visto marcada por las tensiones políticas y las quejas de la oposición.
La Policía impidió la celebración o puso restricciones en muchos mítines de la CCC.
Además, uno de los seguidores de la formación opositora murió y otros 10 resultaron heridos después de que un grupo de presuntos simpatizantes armados de la gubernamental Unión Nacional Africana de Zimbabue-Frente Patriótico (ZANU-PF) los atacaran durante un acto electoral.
A través de la red social Twitter, el partido opositor denunció hoy que uno de sus apoderados fue atacado por simpatizantes oficialistas en la localidad de Kwekwe (centro).
Asimismo, la portavoz del partido, Fadzayi Mahere, señaló que "un gran número" de votantes registrados habían sido rechazados en un colegio electoral de Harare porque sus nombres no estaban en el censo.
El portavoz del Gobierno, Nick Mangwana, rechazó estas acusaciones a través de Twitter y aseguró que "casi no hay incidentes de votantes rechazados".
Los colegios electorales deben cerrar sus puertas a las 19.00 hora local (17.00 GMT).
Estas son las primeras elecciones en Zimbabue desde las celebradas en julio de 2018, que ganó el actual presidente, Emmerson Mnangagwa, y cuyos resultados fueron impugnados ante la justicia por Chamisa si bien el Tribunal Constitucional acabó avalándolos.
Mnangagwa llegó al poder después de la dimisión de Robert Mugabe en 2017 -tras casi cuatro décadas en el poder- forzada por el Ejército y la cúpula de la ZANU-PF, en lo que el ya fallecido mandatario consideró siempre un golpe de Estado.